Un día cualquiera (PAUSADO)

Capítulo 3

Días más tarde.

*Nuevo mensaje de WhatsApp*

Desconocido: Daisy no para de reírse de mi...

Elanora: Daisy? Quién eres?

Desconocido: Mierda, no te di mi número, soy Adam

Elanora: Adam! Y desde cuándo tienes whatsapp?? Me dijiste que lo odiabas!

Adam: Y lo odio, estas letras son enanas y yo tengo las manos demasiado grandes, por eso se está riendo de mi, me cuesta escribir correctamente

Elanora: Jajajaja ya veo

Adam: Tú también no...

Elanora: Lo siento :P

Elanora: Y... a qué viene este cambio?

Adam: Pues llevo días sin hablar contigo, al menos así puedo mandarte un mensaje rápido cuando tenga dos minutos libres

Elanora: Ooooh! Que lindo eres

Adam: No hagas que me arrepienta de mi decisión

Elanora: Vale, vale, lo retiro jaja

Elanora: Daisy es Daisy Ridley?

Adam: La misma, le he pedido ayuda para instalar esto y me ha explicado cómo funciona

Elanora: Debe de tener mucha paciencia entonces...

Adam: Vas a conseguir que lo desinstale

Elanora: Sep... Me estoy pasando un poco...

Adam: Se comprensiva

Elanora: Y qué tal en el rodaje? Si está Daisy es porque habéis empezado con Star Wars, no?

Adam: Sí, es Star Wars y no, aún no hemos empezado a rodar, ahora mismo estamos en un descanso de la lectura del guión, quieres un adelanto? Por ser tú...

Elanora: NO! NI SE TE OCURRA!

Adam: Jajaja vale, no diré nada. Y tú qué haces?

Elanora: En una reunión planificando fechas para futuras exposiciones. Me aburro muchísimo y se está alargando

Adam: Entonces no deberías estar con el móvil

Elanora: Oh! Vamos! Esto es muy aburrido!

Adam: De todos modos me llaman para retomar la lectura. Lo siento

Elanora: No me pidas perdón, tonto. Da lo mejor de ti!

Adam: Y tú también. Y buenos días, no te lo había dicho

Elanora: Si diera lo mejor de mí estaría dormida ya, que tostón. Buenas tardes para mí

Adam: ¿Tardes? ¿Dónde estás? Avísame cuando salgas, quiero escucharte, tengo que irme

*Desconectado*

No se podía creer lo que había leído, Adam no sólo había instalado Whatsapp para tener más oportunidades de hablar con ella sino que le había dicho también que quería escucharla. Los días habían pasado desde que se vieron en aquella cafetería y Elanora sinceramente pensaba que Adam nunca se pondría en contacto con ella aunque tenía su mail y su teléfono, había conseguido hacerse a la idea cuando, de repente, apareció ese mensaje en su teléfono y volvió a saber de él. Estaba en una nube.