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Una vez más

♪Una vez más,

Una oportunidad más♪

♪¿Cuánto debo perder antes de que mi corazón sea perdonado? ♪

♪¿Cuánto dolor debo soportar para verte una vez más? ♪

Mueve de arriba abajo el lápiz, su mirada se desvía hacia la ventana mientras el profesor sigue dando clases. Un vago suspiro es el que suelta mientras rememora los hechos. Había vuelto al mundo actual, de ello un mes, más aquel reencuentro no duró, solo fueron un par de segundos entre sus brazos, aun puede recordar el olor a jazmín de su cuello cuando su nariz se atrevió a rozarlo ante la unión de ambos cuerpos, de pronto sintió como los brazos del contrario le separaban de los suyos para tomarle del rostro, le vio llorar en su regazo mientras su labio inferior temblaba cual niño pequeño.

♪Una vez más, las estaciones se desvanecen♪

♪Una vez más, como cuando perdíamos el tiempo♪

"—¿Atem?" —pronuncio receloso ante los acontecimientos, sin saber que para él también parecía un sueño hecho realidad.

Y con una sonrisa en los labios tomaba su cintura mientras acercaba sus frentes.

Esto era la felicidad esperada ante la agonía callada de ambos.

Más la felicidad era efímera, cuando ambos entre el calor del otro habían encontrado la paz la duda regresaba a uno de ellos —"¿Cómo es que has podido volver?" "¿Qué significa esto, acaso significa que el mal se aproxima?"

Y ante los viejos hábitos, recuerdos que se yuxtaponían mientras le miraba con ternura, no pudo evitar estrecharle aún más en su pecho.

"—No creo que nada malo pase, yo regrese porque deseaba volver a verte..."

Entonces en Yugi ya no hubo duda, eran las palabras esperadas, las mismas que le hicieron aferrarse a él.

Pero eso solo era el comienzo de lo que acontecía el principio de su nueva vida.

♪Una oportunidad más, los recuerdos frenan mis pasos♪

♪Una oportunidad más, no puedo elegir mi próximo destino♪

—¡Isthar preste atención a la clase! —reclamó el profesor de lentes y cabello castaño quien ahora mira a sus alumnos, pero el chico aún sigue mirando por la ventana, ensimismado entre los recuerdos y la nostalgia que le invadían.

—Atem —habla en voz bajita Malik, este se giró a verle, pero antes de poder preguntar algo es el borrador que se estrella en medio de la pared lo que hace mirar mal al profesor.

—Este no es lugar de recreación joven Isthar —habló con desdén el profesor— no por ser nuevo le permitiré estar de vago siendo que su promedio no es el mejor, que en Egipto sean más blandos con la educación no confiere que los japoneses lo sean.

Y Atem quiere protestar, pero Malik le detiene, suspira por lo bajo mientras regresa la vista al pizarrón, desde que llego ese profesor lo traído en la mira y para colmar su paciencia su forma de ser le recuerda a Seth cuando le enseñó magia. Tan severo, tan parco...

Más no hay mucho que pueda hacer, ahora es un chico normal, lo único que tiene que porta con honor es su nombre, el apellido lo ha dejado atrás, ahora es Isthar. Si bien no le parecía del todo la idea había resultado la mejor opción para crearle una nueva identidad, ser el primo de Malik, puesto que el joven egipcio pudo falsificar sus papeles de registro, nada mal siendo alguna vez el jefe de una organización que falsificaba cartas del juego que había dado origen a esa extraña aventura, además aquello explicaba el nombre que se mantenía reacio a cambiar, no había luchado junto con Yugi solo para dejarlo ahora que al fin estaban juntos.