-¿Nombres?- pregunto con el corazón en un puño, aterrada por la respuesta que espero recibir-. ¿Qué quiere decir eso?
-Eres como un registro civil andante- bromea Kai, esbozando una sonrisa pícara.
-No estoy para bromas, Kai- bajo de un salto de la mesa en la que estoy sentada y camino hacia John Spinnet, quien está junto a una mesa leyendo un libro-. ¿Has encontrado algo?
-Creo que sé a qué hacen referencia esos nombres.
-¿Y bien?- interviene Kai.
-Los nombres que han aparecido por su cuerpo hacen referencia a persona que fueron asesinadas en el pasado- comienza a decir John, deslizando sus dedos sobre algunos de los nombres-. Marie Batton, Cassie Demarco, Albert Wimslet, Peter Vancouver...
-Va a resultar que eres una lista negra- confiesa Kai, acercándose a mí y observando los nombres-. Todas estas personas son víctimas de alguien que sufrió la maldición del cazador. Lo único que tenemos que hacer es dar con nuestro asesino en serie.
John cambia el rumbo de su mirar hacia la puerta que acaba de abrirse, por la que hace uso de presencia la pequeña Luz, portando en una de sus manos un dibujo hecho por ella misma, y en el otro su inseparable osito de peluche. Kai se acerca a la niña, arrodillándose ante ella, y le recibe con una sonrisa. Luz observa con sus inquietos ojos la escena que se desarrolla ante ella.
-¿Qué ocurre, amor?
Luz vuelve a mirar al hombre que tiene delante.
-He hecho un dibujo para ti.
-Es un detalle por tu parte. ¿Me dejas verlo?
La cría le tiende el dibujo y Kai lo sostiene entre sus manos y le dedica una rápida mirada. A continuación deposita un beso en la mejilla de la niña, quien prefiere envolver al vampiro con sus pequeños brazos. Kai la abraza con ternura durante unos segundos, tras los cuales invita a la pequeña a seguir jugando en su habitación.
-¿Qué ha dibujado hermano?
-Comprúebalo tú mismo.
Deja el folio sobre la mesa, junto al libro. En él se aprecia a una mujer de cabello moreno, piel pálida y expresión paranoica, acostada sobre una cama, con las manos encadenas a cada baranda de los extremos del colchón, que le impiden moverse. Unas nubes blancas sobre su cabeza reflejan sus pensamientos, todos y cada uno de ellos relacionados con destrucción y un sin fin de muertes. Además, en uno de sus brazos porta una marca formado a base de un arco y un círculo.
-¿Quién es esa mujer?- pregunta John.
Kai se vuelve hacia mí y desliza su dedo índice por varias partes de mi torso, señalando algunas de las iniciales de los nombres que cubren mi cuerpo.
-Magda Winchester.
-¿Se puede saber qué relación guarda esa mujer conmigo?- intervengo, enarcando una ceja, permaneciendo a la espera de recibir una respuesta-. Ambas tenemos la maldición del cazador, sí, pero yo no recuerdo haberla conocido.
-Magda fue una cazadora que siempre ansió tener poder. Llevó a cabo un ritual que consistía en arrebatar vidas humanas y sobrenaturales, para ir así ganando más vida y poder. Todo el poderió fue a parar a un collar en forma piramidal, de color rosado, que siempre llevó consigo- explica Kai-. Magda suponía una amenaza constante. Todo el mundo pretendía frenarle los pies. Y nadie podía debido a su gran poder.
-¿Qué sucedió con ella?- añade John.
-Desapareció de la noche a la mañana. Nadie sabe dónde está.
ESTÁS LEYENDO
Cazadores Nocturnos 6: Renacer
FantasíaCon la llegada de un nuevo amanecer Ariana Greenberg renace de sus propias cenizas como un ave Fénix, aunque desconoce en qué circunstancias. La inesperada muerte de Elián Vladimir va a desecandenar un gran dolor en ella que va a llevarla a renunci...