Capitulo 8: Sorpresas

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-Muy bien chicos les estoy confiando tesoros valiosos, espero que los protejan y tengan cuidado, vigilen en todo momento.

-Descuida Ramón mientras tengamos a Gary no hay nada que temer.- Una troll de cabello azul y piel amarilla sostenía al control remoto.

-Si bueno, el también necesitara un cambio de baterías, pero ya les dije en la cocina esta la comida, solo un frasco y la hora de la siesta es a las 3:00 pm, a y en el cuarto están los pañales...

-Ramón...- Cierta troll rosada llamaba a su esposo desde el ascensor.

-Si espera un minuto Poppy, el perímetro debe estar asegurado, nada de objetos filosos cerca, recuerden cerrar bien las puertas de cada habitación cuando entren a alguna...

-Si Ramón ya lo dijiste, descuida entre Chiquilina y yo cuidaremos a tus tesoros.

-Oye, estarán bien ahora tenemos que irnos, hay varios capullos destrozados por el último juego de brilla bola y Fosberto está enfermo así que no puede hacerse cargo de la construcción esta vez.

-Pero es que...

-Yo tampoco quiero ir pero velo de esta forma, entre más rápido terminemos más pronto regresaremos.

-Está bien pero por ultimo...

-RAMÓN- La troll rosada uso su cabello para enredar los pies de su Rey y subirlo con ella al ascensor, el por su parte se aferraba al suelo para después gritar.

-Papá los extrañara.- Al ver que la pareja se había ido Chiquilina miro al control que tenía en la mano.

-La paternidad sí que le pega duro.

-Es normal que se preocupe, yo creo que es un buen padre, aunque a veces exagere un poco.

-Si tienes razón bueno ¿Que es lo primero en su lista?- El gran troll saco un rollo de papel de su cabello que después paso a extenderse por todo el piso, revelando una larga lista de notas, horarios y consejos, Grandulón leyó lo primero en esa enorme lista.

-Aquí dice Revisar si necesitan un cambio.

-Iré por las baterías y los pañales- Chiquilina salió de la habitación dejando a Gary con su compañero azul y unos ojos color violeta muy curiosos.

Por otro lado la reina seguía llevando a rastras a su esposo.

-Me ayudaría que caminaras- La troll se detuvo cerca de un arbusto y miro algo seria a su compañero debajo de ella.

-Lo habría hecho si hubieras dejado de jalarme desde hace un buen rato.

-Aww papá está enojado por dejar a sus pequeños.- Poppy junto sus manos mientras sonreía, desde que se habían vuelto padres Ramón estaba muy protector, pero no tanto para llegar a la paranoia, bueno solo a veces pero por eso ella estaba para calmarlo, se le hacía tierno el hecho de que su instinto paternal de protección y cariño, aunque ya lo había visto varias veces así con Gary, nada se comparaba al comportarse de esa manera con un bebe troll.

-Es que, quiero estar ahí- El miro en dirección a su bunker.

-Y yo también pero es como te dije, entre más pronto acabemos más pronto regresaremos.

-La buena noticia es que su hermano mayor Gary esta de su lado para brindar protección.

-Vamos ni que un ave se metiera al bunker.

-No juegues con las aves, son muy peligrosas.

-Sí, si lo que digas vamos- Poppy tomo la mano del troll de ojos azules y lo condujo a la villa.

MALOS ENTENDIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora