Joke [JinxBTS]

VIII

SeokJin se había masturbado un par de veces en su habitación y la sensación de querer mas no se iba.

Su uniforme se había ido hacia un rato y se encontraba desnudo y sudoroso sobre su cama, utilizaba sus dedos para complacerse a la vez que se masturbaba, pero no le era suficiente.

-Carajo...- gruñó bajo y sacó los dedos de su interior

Alcanzó un vibrador rosado que había sacado por si acaso, aunque no pensó que realmente lo utilizaría.

Sin pensarlo mucho lo introdujo en su interior, ardía, no había utilizado lubricante pero la sensación de estar lleno le hizo sentir completo.

-94...- gimió bajo mientras comenzaba a moverlo y a tocarse a la vez

Las vibraciones alcanzando su punto le hacían poner los ojos en blanco.
No solía utilizar el vibrador porque se consideraba mas de dar que de recibir, pero no se oponía a ir abajo de vez en cuando.

Hizo un par de movimientos más antes de terminar en medio de un gemido ronco y fuerte.
Respiró agitado, sacó el juguete de su interior y lo dejó a un lado.

Miraba hacia el techo, intentando regularizar su respiración después de aquel fuerte orgasmo que le había llenado.

Se sentía en las nubes, cerró los ojos unos momentos para relajarse.

Cuando abrió los ojos de nuevo, notó al rubio que comenzaba a sentarse sobre su miembro, podía sentir la calidez de su interior rodeándole.

-Ahh Jinnie- su voz se rompía entre algunos gemidos

SeokJin aferró sus manos a las caderas de 94 y comenzó a moverlo, marcando un ritmo.

-Maldición...- gimió con los dientes apretados

Echó su cabeza hacia atrás cuando el rubio se inclinó a besar su cuello, el ardor le indicaba que le estaba dejando profundas marcas rojizas pero poco le importaba, estaba demasiado sumergido en la sensación placentera.

El obsceno sonido de sus pieles chocando entre si, los gemidos de ambos y sus respiraciones agitadas era lo único que podía escucharse en la habitación.

-Jinnie...- volvió a gemir 94 antes de posar sus manos alrededor del cuello del pelinegro

SeokJin se estremeció, sintió como le cortaba la respiración un poco pero era tolerable.

Comenzó a mover sus caderas a la par que los movimientos del rubio, embistiendo mas duro su interior.

La respiración se le cortó más, la sensación de ahogo era máxima y le hacía perderse en el placer, llegando pronto a su clímax, poniendo los ojos en blanco e inundando el interior de 94 con su esencia, sintiendo como éste también alcanzaba su orgasmo cuando se apretó fuertemente contra su miembro.

-94... 94...- gimió apenas audible, las manos en su cuello no le permitían regularizar su respiración

Comenzó a sacudir su cuerpo, golpeaba las manos que le tenían apresado en un intento por que le soltara.

El rostro del rubio comenzó a desvanecerse frente a él, divisó puntos negros que comenzaron a hacerse grandes manchas que no le permitían ver nada a su alrededor y sintió como sus fuerzas se iban, lentamente cerró los ojos pensando en su final.

Cuando abrió los ojos de nuevo respiraba agitado en un vago intento por volver a respirar correctamente.

"¿Qué carajos?" pensó.

Miró a su alrededor, todo estaba oscuro y destellos de luz entraban por la ventana, además de que el sonido de la lluvia golpeando con violencia el vidrio inundaba la habitación.