2

510 29 12
                                    

Consejos y un nuevo conocido.

Desperté en la cama del hotel con mucha flojera.

Las sabanas blancas cubrían mi cuerpo, aunque los rayos del sol que se reflejaban en la cortina eran los causantes de que me levantará tan temprano.

Me senté en la cama, dejando ver mi camiseta de tirantes blanca para dormir y mire el reloj que estaba colgado en la pared arriba de la cama para ver la hora: eran las diez de la mañana.

Deje de nuevo mi celular en la mesita, y contemple la habitación como solía hacer para despertar un poco: la habitación era pequeña y confortable; consistía en que tenía una cama matrimonial, enfrente de esta había un librero pequeño con una televisión y un teléfono. Había un baño al lado derecho de la cama, era muy a mi gusto; al igual que había un closet grande al lado izquierdo, porque tenía una terraza pequeña al final de este, que daba vista a la playa de Los Angeles, California.

Realmente estaba aún pensando en el Tour que haría con Mötley Crüe, ¿sería el peor o el mejor? ¿los integrantes serían buenas o malas personas? No lo sabía, lo dudaba demasiado de su parte. Necesitaba consejos, y sabía a quien acudir ayuda.

Me levanté de la cama y tome el teléfono que estaba al lado de la televisión y marque al número telefónico de Sean, ya que estaba de gira y yo no tenía celular (obviamente porque me lo habían robado una vez).

Al terminar de marcar su número, espere en la línea hasta que por fin respondió.

- ¿Hola?

- ¡Sean! ¡Hola! ¡¿Podemos vernos en el Redbird?! Es urgente -respondí algo apresurada, y más que hoy tenía una sesión fotográfica en la revista BAZAAR.

- ¿Ahora que hiciste? -pregunto como siempre cuando tenía algún inconveniente o algo así.

-Te contaré en el RedBird.

-De acuerdo, a las doce te veré ahí -colgó la llamada.

Mire el reloj de nuevo y faltaban quince minutos para las once.

Sin más preámbulos, tome una toalla limpia del closet, y camine hacia el baño con tranquilidad.

Al entrar a este, abrí la llave de la regadera caliente y fría para entibiar el agua. Me comencé a desvestir, y toque el agua, cosa que estaba lista.

Entre a la ducha, sintiendo como las gotas de agua caían sobre mi cuerpo levemente, después en mi cabello sedoso. La ducha solía hacerme pensar en algunas cosas, aunque no siempre terminan bien mis expectativas. En este caso, el como demonios le redactaría el problema a Sean Paúl, aunque sería un poco probable que me creyera este.

Después de una ducha larga, salí del baño con la toalla enredada a mi cuerpo y me dirigí directamente al closet. Opte por ponerme un pantalón adidas color negro largo, un top negro cómodo, unos tenis adidas supertar color negro y, como toque final una chaqueta de mezclilla. Me cepille el cabello un poco, y decidí maquillarme un poco: sólo me enchine y puse rimen en las pestañas, un poco de labial (si, casi no se notaba) y un poco de rubor. No uso tanta cosa cuando no salgo de fiesta, A una conferencia, concierto, entre otros eventos.

Mire de nuevo el reloj que estaba colgado en la pared, y eran las once con veinte.

Suspire un poco.

Tome mi bolso color negro, guarde lo necesario en este (dinero, llaves del hotel, un cepillo, el labial y una toalla sanitaria).

Salí de mi habitación del hotel, y tome el ascensor para bajar más rápido hacia la recepción, ya que tenía casi media hora para ir al Redbird.

No LieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora