No Lie

3

Alcohol, platicas y esperanzas.

Después de quince minutos de una larga caminata y una platica leve con Vince, llegamos al Cabo Cantina Hollywood.

El local por fuera se veía muy confortable: su pared era de un color gris, combinado con un rojo. Había una ventana, aunque está tenía una cortina extendida, cosa que no se veía nada del local. Había dos puertas de entrada, que eran de madera con unas pequeñas ventanas en forma circular en las puntas de las puertas.

Vince se acercó a estas, y abrió una. Me dio una señal con la cabeza, mientras sonreía levemente.

Sonreí levemente, y pase al local.

No sabía exactamente porque Vince lo había hecho, tal vez por educación, por coqueteo, por gusto, o tal vez sólo para verme mi trasero bien formado. Cualquier cosa pasaba por la mente de un hombre.

El local era chico, pero cómodo. No había demasiada gente como el Scum and Villainy Cantina, cosa que era excelente, tanto Vince como yo sabíamos que mientras hay demasiada gente, empiezan los rumores estúpidos hasta llegar a la farándula y dejarnos en vergüenza extrema. Ya saben que tipo de rumores: nuevo amorío, salen a escondidas juntos, lo que se les venga primero a la mente, todos hemos leído rumores de los famosos.

Las paredes eran de un color Vino, junto con las mesas de color blanco que hacían contraste. Las sillas y periqueras eran de un color negro, combinaba con los otros dos colores. Había una mesa de billar (donde había personas jugando pool) y había una mesa de apuestas (ya saben, juegos con cartas, entre ellos está el poker y la baraja).

-Vamos a la barra, es mejor -dijo Vince señalando las periqueras que daban hacia la barra.

Yo sólo asentí con la cabeza. Al llegar a estas, me senté en una periquera, poniendo mi bolso en mi regazo, mientras que el rubio se sentó a una silla separada de mi.

- ¿No tienes calor? -me pregunto Vince, mientras el se quitaba su chaqueta de cuero negro, dejando ver sus brazos y su playera color negro.

-Solo un poco, sólo que no quiero causar incomodidad -le respondí de buena manera, ya que sólo traía el top negro, y saben lo que podría pasar.

-Vamos -dijo poniendo su chaqueta encima de la barra-, estamos en confianza.

Antes de que le respondiera, llego un hombre de cabellos castaños uniformado; si, era el hombre de la barra, donde nos pidió la orden.

-Yo pido un Havana Club, ya sabes Miles, como siempre -pidió el contrario sonriendo levemente, y después giro su mirada hacia mi (sin borrar su sonrisa del rostro)-. Y, supongo que la señorita querrá una cerveza.

Reí levemente y mire al hombre de la barra:

-No, mejor tráigame un Red Label con sidral.

-Enseguida se los traigo -dijo este caminando hacia otra parte de la barra.

- ¿Whisky? No pensé que tomará de los fuertes, señorita Lipa -dijo este volteando parte de su silla para verme.

-Y eso que aún es el principio, señor Neil -respondí repitiendo su acción.

-Creí que si te quitarías tu chaqueta -señalo la prenda de vestir con su dedo índice, y luego lo bajo-. Y eso que está haciendo demasiado calor en L. A.

-Lo incomodaría por un lado -respondí riendo levemente.

En eso, llegó el barman con las dichas bebidas.

En lo que Vince le hacía la platica al señor este, me quite la chaqueta de mezclilla y la puse encima de la barra, imitando la acción del contrario. Sólo dejaba ver el top, aunque sólo lo había hecho para que Vince dejará de rogar y pasará algo peor.