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México: Cita con Nikki Sixx. Descubriendo y experimentando sentimientos.

Han pasado meses y conciertos en varios lugares desde que arregle las cosas con el líder de Mötley Crüe.

Era divertido llevarse con los chicos, y más cuando estábamos todos juntos. Solíamos hacer retos, ir a bares por la noche a divertirnos. Incluso, las locuras que se les ocurría en los conciertos.

Ya casi era mi turno para salir al escenario -esabamos en Madrid-, y cantar Girls, Girls, Girls con los chicos. Llevaba un vestido blanco holgado, una chaqueta rosa y mis botas de cuero blancas. Hasta que me dijeron por el auricular donde nos decían la letra de las canciones, que era mi turno de salir.

Salí cantando el segundo verso, después del primer coro, de la canción. Era una canción que todo el mundo se emocionó, y más que Tommy había empezado a girar en el Roaller Coaster mientras tocaba la batería.

Después nos repartimos los versos cada uno, hasta que llegamos al sólo de Mick.

- ¡Dua! -exclamo Vince emocionado. Llevaba puesta su chaqueta mostrando la bandera de su país, una playera blanca, sus pantalones de cuero negro y sus botines-. ¡Quiero que nos demuestres que eres una chica, y no un chico! ¡Danos una vuelta demostrando la sensualidad que tienes, representando a las chicas que nos acompañan está noche!

Reí fuertemente y algo nerviosa. Me mordi el labio inferior, mire al suelo algo nerviosa, y si una vuelta moviendo la cadera lo más sexy que pude hacer. ¿Qué gane con esto? Ver a Nikki boquiabierto; a Mick que sólo me enseñaba el pulgar, a Tommy que me silbo un poco, y a Vince que sólo sonreía.

- ¡Un aplauso para nuestra invitada en esta gira! -pidio el rubio con alegría, cosa que logró.

Esa noche estaba más roja de lo normal.

Mi relación de amiga con Nikki Sixx era realmente muy buena. Pues, había veces que en el escenario estábamos tomando un ligero descanso. Siempre estábamos afuera los chicos y yo, obviamente luego hablábamos de cosas sin importancia o problemas que teníamos. Luego, aparecían ellos y se sentaban con nosotros a hablar.

Casi siempre solía hablar con Tommy, Mick o Vince, pero con Nikki era de esta manera:

-Si, pero yo pienso que deberías... -hice una pequeña pausa, y golpee de manera fuerte el hombro de Nikki provocando que se sobara y gruñera de dolor-. Vocho blanco.

- ¡¿Es en serio?! -se quejó algo frustrado-. Llevas como ocho, y yo sólo encontré dos.

-Ponte atento -mire al suelo, y seguí con mi platica-. Deberías darle más atención a tus tres hijos. Se que tal vez me dirás que están con su madre y así; pero si no tienen una figura paterna, obviamente te odiaran y después cuándo quieras visitarlos, te enviarán directo a la mierda.

-Suena mal si lo dices así -Nikki sólo la miraba alzando las dos cejas.

-Eso querías oir de mi, pero eso sí, nunca les falles. Y me refiero en la manera de su autoestima, no que le compres todo lo que veas -observe la calle de nuevo, y después al azabache.

-Lo tomaré en cuenta -comento este sonriendo de lado-. Gracias.

-No hay porque.

En estos días, me encontraba en el país hermoso que se le reconoce por ser un país solidario y muy bellísimo: ¡México!

De seguro se preguntarán: "¿Qué demonios haces ahí, Dua?". Pues, el concierto de los chicos será parte del Festival Corona Capital de este país, al igual que yo seré parte de este.

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