👄CINCO

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El silencio entre ambos era escaso, pero de algún modo, los ponía nerviosos a los dos.

JungKook organizaba sus palabras en lo que TaeHyung se preparaba mentalmente al jugar con una cintita pegada en la mesa.

El pelinegro carraspeó su garganta y tomó una bocanada de aire. TaeHyung se enderezó en su asiento y asintió como dándole la señal de que lo escuchaba.

Y mierda que si lo hacía. Estaba más que atento.

—Mi padre falleció en un accidente de auto —TaeHyung se sorprendió pero no dijo nada—. Mamá estaba muy mal y decidió que lo mejor era mudarnos y alejarnos de todos por un tiempo —se removió incómodo ante la mirada atenta del rubio y continuó—. Cuando tú... Cuando tú dijiste que te gustaba yo no supe que responder —admitió tragándose el nudo en su garganta—. ¿Cómo iba a responderte si a los días iba a irme?

Ninguno dijo nada. Estaban intentando alejar las inmensas ganas de llorar y el estúpido sentimiento de melancolía que los invadía a ambos.

—Yo... Yo me culpe siempre por la muerte de mi padre... —continuó JungKook mirando sus manos nervioso—. Y también me culpe siempre por haberte dejado sin decirte, sin avisarte, por haberte lastimado como lo hice —TaeHyung no pudo soportar más y las lágrimas no tardaron en llenar sus ojos—. Siempre me preguntaba "¿tendrá amigos nuevos?" "¿Estará bien?" "¿Me odiará?" "¿Aún le gustaré?" ¡Siempre! Siempre pensé en ti, TaeHyung —dijo, con su mirada fija en la del rubio y con las lágrimas aún cayendo— y en lo único que puedo pensar es en ti.

El timbre indicando que debían volver a la clase sonó, más ninguno hizo algo por pararse de su asiento y volver al salón. No estaban en condiciones tampoco.

—Lo siento... —murmuró TaeHyung desde su lugar mirando los anillos en sus dedos— por haberte culpado todo este tiempo y por haberte tratado como lo hice —con la manga de su uniforme limpió sus lágrimas y trató de sonreír, aunque parecía más una mueca—. Si hubiera sabido la razón mucho antes no te hubiera tratado como lo hice. Pero supongo que ahora estás perdonado.

—Yo también te perdono —dijo el pelinegro y TaeHyung lo miró sin comprender—. Te confesé que me gustabas y te fuiste, eso no es digno de mi orgullo, Kim TaeHyung.

Ambos rieron mientras limpiaban las lágrimas con las mangas de su uniforme y, por primera vez, la paz volvió a ellos. Había sido todo un mal entendido que jamás pudieron aclarar.

JiMin, que observaba todo a lo lejos, decidió acercase y golpeó con sus nudillos la mesa al verlos tan ensimismados a los dos en su mundo y sin quitar sus sonrisas bobas de su cara.

—¿Ya está todo arreglado o qué? —preguntó frustrado.

TaeHyung sonrió y palmeó el lugar a su lado para que JiMin tomara asiento y asintió.

Luego, los tres recibieron una sanción por parte de el profesor de literatura al haberse quedado afuera de clase. Y no se sentían ni un poco mal por eso.

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Me puse a llorar mientras escribía este capítulo, this is real.
Seguramente al final ponga datos irrelevantes de está historia, porque los hay y a pesar de ser un fanfic tiene algunas situaciones que sí pasaron.

¡Gracias por leer! Si te gusta algún capítulo no te olvides de votar. Lxs amo♥️

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