Capítulo 11

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Narra Diana

El Lunes de la semana siguiente, amanecí con el dolor de garganta muy fuerte, quiza por que EL DOMINGO TODOS AVISARON QUE IBA A LLOVER Y SOPHIE NO LLEVO UN MALDITO PARAGUAS PORQUE "Nah, son tonterías" Gracias sophie, ahora no puedo ni hablar, pero ni modo, mis padres no me dejaran faltar almenos de que ellos me vean muy mal, así que como cualquier día normal espere el bus del instituto.

Al llegar, me encontré con Sophie y otra chica hablando en el pasillo. 

-Hola Sophie. -La saludé fría.

-Hola Diana, ¿Como estás? -Pregunto Camila.

-¿Que como estoy? -Masculle. -Genial! Después de empaparme en la lluvia obviamente estoy ¡mas que bien! nada resfriada, por supuesto.

-Lo siento -Sophie rió.

-Te disculpo si me invitas a comer.

-Creo que esa no seré yo. -Agregó Sophie.

-¿A que te refieres? -Pregunté.

-Deja de hacer tantas preguntas y ve a tu clase de biología. -Sophie me guiño el ojo. -¡Vas campeona!

-¿O-ok? Adiós Sophie, y Adiós eeeh...

-Madison. -Sonrió la chica.

-¡Adios Madison! -Giré sobre mis talones y me fui a mi salon.

Cuando entre me fije que en mi mesabanco había una carta, la cual decía lo siguiente:

Bueno Diana, seguramente si estas leyendo esta carta yo estoy detras de ti.

Miré para atras y ahí estaba James.

-Sigue leyendo princesa. -Dijo James con voz ronca y sexy.

Me volteé y seguí leyendo la carta.

y si, seguramente volteaste, y ahí estaba yo, mirandote como si fueras la unica mujer perfecta, y de hecho lo eres, cada detalle de ti me enamora, estoy tan perdido en ti, tu risa, tus ojos, como se iluminan bajo el brillo de las estrellas, tu forma de ser, todo, eres perfecta. Si sigues leyendo esta carta me gustaría que sigas el camino de petalos que deje detras de ti. 

Entonces de nuevo volteé, y si, estaba ese camino que James mencionó, lo seguí, hasta llegar al aula de audiovisual, ya ahí estaba James sentado en una silla con una guitarra. 

-Hola princesa. -James se sonrojó.

-Ho-hola -Pasé un mechon atras de mi oreja. 

Me di cuenta que había otra silla, en la cual James hizo una seña para que me sentara.

-¿Tocas guitarra? -Pregunté.

-S-Si, Bu-bueno no. Os-Osea es que... -Note a James nervioso. -Aprendí a tocarla para dedica-carte una cancion. -James se sonrojó.

Se hizo un silencio, pero esta vez no era incomodo, era llenador. James me miró fijamente a los ojos. ¿Puede haber tanta perfeccion en un solo hombre? Ahora no me importaba perder clase, ni ser esa chica de buenas calificaciones, ahora quería estar con el, solo con el.

-Entonces... -James toco unos acordes primero.

James me miró a los ojos. Y empezó a tocar.


James dejó la guitarra en la silla y se acercó a mi, me paré para estar con el, se inclinó y me dió un tierno beso en la frente.

-¿Te gustaría hacerme el chico mas feliz del mundo, princesa? -James dijo acercandosé a mis labios.

-Sería un honor. -Reí.

-El honor es mío. -Me besó.

Nos separamos. 

-Me pinches encantas. -Dijo James.

Lo besé de nuevo.

-Espera, tengo un lugar que quiero mostrarte. -Me agarró del brazo y me llevo fuera del aula del audiovisual.

-¿Esto no está mal?  -Pregunté agitada, de tanto correr.

-No, bueno si, pero nadie se dará cuenta. 

-¿Y nuestras cosas?

-Tengo todo bajo control princesa, no te preocupes. 

En eso llegamos fuera del instituto, y me llevo hacia un bonito auto.

-Es muy lindo que hagas esto James. 

-Todavía hay cosas más lindas. -James me abrió la puerta del auto y entre en el. Luego James prendio el auto y nos fuimos del instituto. 

-¿Sabes manejar? -Pregunté.

-Nooo, como crees. -James bromeó.

Reí.

-Joder. -James rió.

-¿Que pasó?

-Tengo de novia a la chica más linda. -Dijo James sonrojado.

-Tengo de novio al chico mas tierno. -Agregue.

-¡Jodeeeeeeer!  

-¡Ahora queeeeee! -Reí

-Te amo. -Dijo con voz ronca.

-Yo igual.

-¡Llegamos! 

Paramos en un lugar que parecia ser un lago, lleno de lanchas.

-Sabes, me encanta que pueda pasar este rato contigo, se que no es un lugar rómantico pero...

Lo interrumpí.

-Esto es mas que romantico, esto es perfecto, es lo que siempre soñé, la primera vez que te vi, te vi tan solitario y tan timido, pero en realidad eres tan extrovertido y a la vez serio, eres tierno y a la vez amenazante, eres perfecto.

James me agarró de la cintura y me acercó más a él, me empezó a besar mas salvajemente, y fuimos dando pasos atras hasta chocar de espaldas con el carro. Empezó a bajar por mi cuello, dando tiernos besos ahí, apretandome más de la cintura. Solté un pequeño suspiro y James se despegó de mi.

-Dios, nena, me vas a matar. 

Reí.

-¿Un besito y ya si? -Hice un puchero.

James me beso tiernamente en los labios.

-¡Oyeee! -Reí.

-Dijiste un besito. -James rió.

-Si tu no me lo das, te lo daré yo. -Di pequeños saltos para alcanzar su boca, y no pude. -Inclinate. -Dije apartentando rudeza.

-No. -Dijo James riendo.

Hice un puchero.

-Eres malo... -Baje la cabeza.

James rió.

-Sigo esperando mi beso. -Dijo James.

-¡No alcanzo! -Lo miré a los ojos.

-Si puedes, no me iré de aquí hasta que me des mi beso.

-Está bien tengo todo el día. -Me crucé de brazos.

-¡Vamos princesaaaa! -James me agarró de la cintura y me levanto, yo agilmente entrelaze mis piernas entre su cintura.

Lo besé.

-¿Feliz? -Preguntó James.

-Si. -Reí.



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