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PV KAGAMI

Había dejado a Kuroko solo en casa y se me rompía el corazón. Quería estar junto él todo el tiempo pero el trabajo me lo impedía. No sabia si Kuroko estaría bien, pero confiaba en que no pasaría nada malo.

La mañana pasó sin ningún sobresalto pero por la tarde recibí una visita a la que me hubiese gustado echar a patadas.

-¿Qué quieres Ahomine?

-Solo venia a advertirte.

-¿Advertirme? ¿Sobre que?

-Sobre Tetsu

-¿Qué pasa con el?

-Qué vendrá conmigo y te dejará.

-Pienso luchar por el. No me voy a rendir.

-Yo tampoco lo haré Bakagami.

-¿Solo has venido a decirme eso?

-No. Tetsu no estaba en tu apartamento.

-¡¿Y por qué no me lo has dicho antes?!

No oí su respuesta. Cogí mi chaqueta y salí en busca de Kuroko.

PV KUROKO

Me aburría un montón. Necesitaba tomar el aire. Cogí mi móvil, la cartera y las llaves. Salí a la calle y empecé a caminar por un barrio totalmente desconocido para mi. Quise volver al apartamento de Kagami-kun pero no encontraba el camino. Marqué el teléfono de uno de los Milagros y esperé.

-¿Sí?

-Kise-Kun soy Kuroko. Necesito tu ayuda.

-¿Qué ha sucedido Kurokocchi?

-Me he perdido y no se volver.

-Tranquilo Kurokocchi. Dime que tienes a tu alrededor y en cinco minutos estoy allí.

Le describí todo lo que veía y en unos momentos vi un coche pararse donde yo estaba esperando. Se bajó la ventanilla del coche y Kise-Kun abrió la puerta del copiloto desde su asiento.

-Sube Kurokocchi. Te llevaré a mi apartamento.

-Gracias Kise-Kun.

Subí al coche y condujo hasta su apartamento. Era más grande que el de Kagami-kun pero menos ordenado.

- Puedes quedarte todo el tiempo que necesites. Te prepararé una habitación.

-Gracias Kise-Kun

Kise-Kun salió del salón y se dirigió hacia las habitaciones. Me senté en el sofá. Estaba agotado y tenia ganas de llorar. Sentí algo caer sobre mis hombros. Miré hacia arriba. Kise-Kun me sonreía mientras me echaba una manta sobre mis hombros.

-Te he dejado algo de ropa mía. Te estará grande. También te he dejado una toalla por si quieres darte un baño.

-Gracias Kise-Kun. Te lo agradezco de veras.-Dije con voz rota. Se notaba que en cualquier momento iba a romper a llorar.

-Eres mi amigo. No podría dejarte en la calle. Voy a prepararte algo calentito.

Se metió en la cocina y al poco salió con un tazón humeante. Se sentó a mi lado y me tendió el tazón. Chocolate caliente. Me abrazó para darme calor y empecé a llorar. Me dio un beso en cabeza para intentar tranquilizarme. Y lo consiguió.

-No puedo hacer esto Kise-Kun. No quiero hacer daño a nadie.

-No harás daño a nadie. Todos te queremos y queremos tu bien.

-Pero Kagami-kun...

-Olvídate de Kagamicchi. Piensa en ti mismo, en lo que quieres.

-¿Y tu? ¿Tu que quieres?

-Quiero que elijas el camino correcto.

Me acarició la mejilla y me sonrojé. Me bebí el chocolate que Kise-Kun me había dado. Después me acompañó a mi habitación y me di un baño. No sabía muy bien que haría ahora. Tal vez debería seguir el consejo de Kise-Kun y pensar más en mi y menos en los demás.

CONTINUARA

Shadow and LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora