PV KISE
Hoy era mi día de suerte. Por fin podría tener a Kurokocchi. Creí que había sido un sueño pero ahora al ver a Kurokocchi sentado en mi sofá veía que mi sueño se iba a cumplir. Noté que Kurokocchi temblaba. Cogí una manta y se la puse sobre los hombros. El miró hacia arriba y le sonreí. Se me rompió el corazón. Tenia los ojos vidriosos. No se si seria capaz de llevar a cabo mi plan.
-Te he dejado algo de ropa mía. Te estará grande. También te he dejado una toalla por si quieres darte un baño.
-Gracias Kise-Kun. Te lo agradezco de veras.
Noté en su voz lo que había visto en sus ojos. Cada vez estaba menos seguro de mi plan.
-Eres mi amigo. No podría dejarte en la calle. Voy a prepararte algo calentito.
Me sentí en la cocina y le preparé un chocolate caliente. Una vez lo tenía preparado, cogí el cuenco donde había preparado la droga que haría que Kurokocchi fuese mío esa noche. Bloqueé el contenido del cuenco... En la pila. No iba a aprovecharme de él. Nunca podría perdonármelo. Le llevé el tazón y me senté a su lado. Le abracé para tranquilizarle, para transmitirle mi cariño y para que entrara en calor. Kurokocchi rompió a llorar y en un acto de calmar su llanto le besé en la cabeza. Sorprendentemente, lo logré.
-No puedo hacer esto Kise-Kun. No quiero hacer daño a nadie.
-No harás daño a nadie. Todos te queremos y queremos tu bien.
-Pero Kagami-kun...
-Olvídate de Kagamicchi. Piensa en ti mismo, en lo que quieres.
-¿Y tu? ¿Tu que quieres?
-Quiero que elijas el camino correcto.
Le acaricié la mejilla y pude apreciar que se había sonrojado. Era adorable. Cuando terminó de tomarse el chocolate, le llevé a su habitación y el se metió en el baño a darse un baño. Fui a hacer la cena, una ensalada (por la noche hay que comer poco). Cenamos en silencio y después vimos una película tapados con una manta. Esto sería lo máximo que conseguiría tener con Kurokocchi, asique lo aprovecharía. Kurokocchi se quedó dormido y yo le llevé en brazos hasta la cama. Le di un pequeño beso en los labios y me di cuenta de que yo estaba llorando. Me metí en la cama con él y le abracé.
-Te quiero Kurokocchi. Más de lo que podrías creer.
Me quedé dormido abrazando a Kurokocchi sintiéndome la persona más feliz del planeta.
PV KUROKO
Me desperté en una cama. Kise-Kun debió dejarme ahí la noche anterior. Me levanté y cogí la ropa que Kise-Kun me había dejado a los pies de la cama. Salí de la habitación y me dirigí al salón. No encontré tanta comida como la mañana anterior pero era un detalle por su parte.
-Buenos días Kurokocchi. Siento no poderte prepararte algo a la altura de Kagamicchi.
-No importa Kise-Kun.
Nos sentamos a la mesa y le llamaron al teléfono.
-¿Sí? ... Hoy no iré... Pues pásalo a mañana... Pues dile que... ¿Qué lo que?... Soy Ryouta Kise, cualquier marca desea que sea su modelo... Eso ya me gusta más... Hasta mañana Kasamatsu.
Colgó el teléfono y antes de que le diera tiempo a sentarse, el teléfono volvió a sonar.
-Estás muy solicitado Kise-Kun.
-Ojalá no fuera así. ¿Sí? ... Si está aquí... Esta desayunando... Kurokocchi, es para ti
Me levanté extrañado y cogí el auricular de teléfono.
-¿Sí?
-¡Kuroko! ¿Qué haces en casa de Kise?
-Kagami-kun tranquilo. Me perdí cuando salí a dar una vuelta y llamé a Kise-Kun para que fuera a buscarme.
-Me tenias preocupado. ¿No te habrá hecho algo?
-Tranquilo, estoy bien.
-Bakagami déjame hablar con Tetsu.
-Ya te he dicho que no Ahomine.
No supe la razón pero mi cerebro se iluminó. Me veía yendo a casa de Kagami-kun muy sonriente. Las ventanas estaban encendidas. Al abrir la puerta empecé a oír ruidos raros. Caminaba por el pasillo y esos ruidos se hacían más fuertes. Me paré delante de una puerta y estaba llorando a mares. Y volvía a estar en el piso de Kise-Kun.
-¿Kuroko? ¿Kuroko estás ahí?
-Si... ¿Qué decías?
-Qué ahora mismo voy a buscarte.
-Vale.
Colgó el teléfono y sentí que me fallaban las fuerzas. De no haber sido por Kise-Kun, habría caído al suelo. Estaba llorando como había visto en mis recuerdos.
-Tranquilo Kurokocchi. No fue culpa suya.
-¿Tu lo sabes verdad? Cuéntamelo por favor.
-Lo mejor sería que te lo dijera Kagamicchi.
Permanecí abrazado a Kise-Kun hasta que sonó el timbre. Intenté ponerme serio. Ya le sacaría la información que necesitaba en otro momento. Antes de irme, y sin que nadie se diera cuenta, le di un beso en la mejilla a Kise-Kun. Sabia perfectamente lo que había pasado la noche anterior y también sabía que el no me quería a mi, sino a otro milagro más... Duro de mollera.
Me monté en el coche de Kagami-kun dispuesto a averiguar toda la verdad.
CONTINUARA

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Shadow and Light
Fiksi PenggemarEn el amor no había traiciones, o al menos eso pensaba Kuroko Tetsuya antes de encontrarse a su novio Kagami Taiga en la cama con su antiguo novio de la secundaria, Aomine Daiki. Pero, por un golpe del destino, Kuroko pierde la memoria hasta tal pun...