Tobe siempre fue alguien enérgico y seguro de sí mismo. A él no le importaba la cantidad de veces que lo derrotaban, siempre se ponía en pie y regresaba con un plan aún más alocado que el anterior, cosa que Garu veía como cualidad de un digno oponente. Pero aquella seguridad se había esfumado en esa mañana, estaba aterrado pues sabía que si cometía el mínimo error esta vez no habría una segunda oportunidad para arreglar las cosas. Estaba vuelto un manojo de nervios, estaba tan asustado como los demás pero al ser el líder tenía que demostrar confianza y seguridad ante sus ninjas.
Casi no durmió en toda la noche pensando en el plan perfecto para derrotar a Zhao. Estaba tan inquieto y nervioso que mientras pensaba en el plan, decidió afilar todas sus armas una por una antes de acostarse para calmarse un poco. Imaginaba que al momento de derrotarlo, tomaría su cabeza y la llevaría frente a las tumbas de los padres de Pucca y los suyos, después lo llevaría ante los pies del emperador y como recompensa pediría que exhibieran la cabeza de Zhao en el centro de la capital como una advertencia para aquellos que quisieran seguir los pasos del General.
Le tranquilizaba pensar que después de cobrar venganza por aquellos que murieron injustamente en las manos del general Ruan, regresaría a Sooga no como un villano más, si no como un héroe y tomaría la mano de Chief en matrimonio, esta vez sin ninguna flecha de cupido, como debió hacer antes. Que se casarían y tendrían cuatro o más hijos. Que sus secuaces volverían sanos y salvo, que ya no tendrían que vivir señalados y despreciados como los malos, si no como ninjas honorarios como siempre quisieron ser. Que volvería para pelear con Garu como de costumbre, pero ya nunca más como enemigos, si no como hermanos en combate, hermanos de otra madre. Que todo saldría bien y que volvería junto con Pucca, y que esperaba que esta última por fin cumpliese su sueño de estar junto a su amado ninja despistado.
Eso era lo que Tobe quería, lo que deseaba más que el dinero. Pero las fantasías que tenía sobre su esperada victoria se vieron interrumpidas por los rayos del sol que entraban por su ventana alumbrando su rostro. Sorprendido al ver el amanecer, se maldijo a si mismo por no dormir el tiempo que debió aprovechar para descansar.
Intentando ignorar sus miedos, salió de la cama para poder alistarse. Se bañó, se puso el mejor traje para la batalla, peino sus largos y oscuros cabellos amarrándolos en una cola alta. Al salir de su habitación se dio cuenta que los demás aun dormían, se tomó su tiempo admirando a todos sus secuaces, se sentía agradecido con ellos. Tantos años que pasaron a su lado, se habían convertido en una familia, su familia, quien lo apoyo cuando estaba solo, incluso aguantaban su mal carácter.
Aprovechando la tranquilidad de la mañana, se escabullo y salió por la ventana más cercana pendiente de no hacer ruido que perturbase el agradable descanso de sus amigos. Fijó su vista al cielo despejado y por primera vez en años se tomó el tiempo de escuchar el canto de las aves y disfrutar de la tranquilidad que le brindaba escucharlas. Se dirigió al centro sin mucha prisa, quería despejar un poco su mente, pero nunca imaginó que se encontraría con aquella mujer que lo volvía loco.
En realidad, lo sabía. Sabía que Chief estaría ahí para hacer su mañana grata. Chief había dejado esa vida de Ladrona para convertirse en una veterinaria y a la vez dueña de un pequeño refugio animal en el centro de Sooga. Sus amigos la apoyaron en su decisión y se unieron a la causa, tal vez no como veterinarios, pero si como voluntarios de medio tiempo siempre listos para ayudar a los animalitos que los necesitasen. Si, la reputación de ellos había mejorado considerablemente al pasar de los años y estaban felices por eso ya que no tendrían que estar huyendo de la policía toda la vida.
Cada mañana Chief recorría Sooga en busca de algún animal hambriento o lastimado al cual ayudar, también si alguna persona necesitase algo de ayuda. Tobe sabía esto, casi siempre la acompañaba, a veces a su lado como un voluntario más, a veces a la distancia sin que ella se diera cuenta. Siempre sabía dónde buscarla, siempre sabía dónde estaba su amada.
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Lazos de Amor (Pucca x Garu)
FanfictionA veces no importa lo lejos que corras, tu pasado de algun modo llegará a ti para envolverte en un manto de nostalgia y asfixiarte con emociones agobiantes. Eso era lo que pasaba con Pucca, ya no puede esconderse de su destino, solo le queda aceptar...