El sábado desperté temprano. Demasiado temprano.
Observé el techo blanco y los pequeños rayos de sol que se escabullían para proyectarse en las paredes de mi habitación.
El silencio en toda la casa no hacía más que dejarme escuchar mis propios pensamientos. Había tenido una noche difícil y por ende, había amanecido con la cama revuelta, las medias salidas y no estaba acostada en el lugar correspondientes, una pierna colgaba hacía afuera del sommier de dos plazas. ¿Para qué una cama tan grande? Me pregunté cuando la compré... -Por las dudas-.
Tal vez engordara más de la cuenta y necesitaría una cama de este tamaño, o, cuanto más grande la cama más libertad de moverme ... Ridiculeses.
Las horas pasaron lentas y yo permanecí quieta en la semi oscuridad de la mañana. Era el comienzo de un fin de semana sin mucho que hacer más que estudiar y limpiar el departamento.
Ni siquiera recordaba los mensajes con Genaro, la película o lo que había cenado, inclusive.
Supuse que habíamos alcanzado las once de la mañana cuando en mi puerta se escucharon dos golpes y una pausa.
-Elisa-susurré sin poder moverme mucho. Caminé arrastrando los pies siendo consciente de que estaba despeinada, con ropas viejas, con mal humor. Abrí la puerta sin detenerme a mirar demasiado y Eli pasó con total naturalidad. -Pasa, pasa.-le dije mientras caminaba por el pasillo hasta mi cuarto. Vostecé y me dejé caer boca abajo en el sommier.
Ella tomó algo de la cocina y acudió hasta donde yo para sentarse junto al respaldo de la cama.
-Lindo acolchado rojo, ¿es nuevo?- Asentí con la cabeza. -Me gusta- agregó.
Cinco segundos en silencio y ella abría lo que creí, era un paquete de galletas. -Cuando dije que vinieras a visitarme, supuse que lo harías en un horario ... Razonable.
-¿Te desperté? Lo siento.
-De hecho- dije y me senté- no, ya estaba despierta pero no pensaba salir de mi cama en un buen rato.-Hice énfasis en la "U".
-Bueno. ¿Tienes noticias de Genaro?- Me quedé en silencio.
-Ajá.
-Dime.- fue todo oídos.
-Ayer cené sola- me interrumpió.
-¡Oh! ¿Eso es nuevo?
-Que chistosa. El punto es -proseguí- que estaba mirando una película de terror y me asusté. -No sabía que sonaba tan ridículo hasta que se lo conté a Elisa. -Entonces tomé el celular y le envié un mensaje.
-Mensajes de texto a la noche-pensó.-Nada fuera de lo común.-fue sarcástica y dolió.
-Estuve mal, pero "lo hecho está hecho".
-Sh! No quieras recitar ningún tipo de cita literaria para tapar una equivocación.
-Elisa, lo siento, ¿si? Creo que la soledad que me acompaña me ha estado ganando en ciertas situaciones.
-Bueno, pero deberías buscar compañía por otro lado. ¿A caso tu "amigo" no tiene un amigo que presentarte?
-Si, que buena idea. Lo llamaré para decirle que estoy desesperada y que quiero que me presente a alguien ¡ya!.
-Emma.-me retó.
-Si quiero conocer a alguien, lo haré por mis propios medios.-Ella sonrió y como si yo no hubiese dicho nada:
-¿Puedo ver los mensajes de ayer?
-Mi celular está arriba de la mesa de luz- dije entre risas.
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Emma & Genaro
Genç KurguLa vida da los golpes necesarios para enfrentar futuros problemas. Tal vez para Emma y Genaro la vida dio los golpes suficientes y es hora de enfrentar el problema que acabará en desenlace. "Café Aurelio" será el lugar de encuentro entre dos jóven...