2010.07.11
Finalmente el tren se detuvo tras casi dos horas de viaje en la estación Dongdaegu, haciendo despertar por el súbito tirón al parar el vehículo a la niña de cabellos castaños y largos hasta la cintura, con el rostro fino posado y oculto en el hombro del chico que se encontraba sentado a su lado y cuyos ojos atentos viajaban de un lado a otro de las páginas escritas de arriba abajo que tenía entre las manos.
Este último, dos años mayor que ella y con dieciocho años, cerró con tranquilidad los folletos dejándolos en su regazo y miró como toda la gente que, como ellos, volvía de Seúl empezaban a conglomerarse en la salida ansiosos por volver a sus casas. Sin embargo, él no se movió de su asiento y, desde luego, la niña con sus ojos tan oscuros como el café ya abiertos y desperezados, tampoco lo hizo y ni siquiera se esforzó en alejarse del cuello del chico cuyo nombre era Min Yoongi, mas para ella era su novio después de poco más de un año.
Yeri y Yoongi se conocían desde pequeños, viviendo puerta con puerta desde que ambos tenían uso de razón, y nunca pensaron que aquellas tardes de verano en el parque infantil desembocaría en un intenso primer amor adolescente.
No obstante, este romance obviamente no surgió de la noche a la mañana, sino que se fue forjando a lo largo de los años acarreando consigo discusiones y llantos hasta que, por fin, ambos supieron responder correctamente a los sentimientos del otro. Pero lamentablemente esa relación tenía fecha de caducidad después de aquel mismo día de julio.
—Yeri —la llamó el chico de cabello negro despeinado—, despierta, ya hemos llegado.
—Llevo despierta un rato, la verdad —respondió la niña de dieciséis años, levantándose del sitio y estirando sus brazos mientras dejaba escapar un pequeño suspiro de cansancio pese a que había estado todo el trayecto dormida sobre su novio—. ¿Vamos? Necesito estirar las piernas y como no nos movamos el tren va a salir de nuevo y te juro que como permanezca un minuto más aquí se me va a ir la cabeza.
Yoongi asintió y se incorporó con ella sonriente, saliendo ambos por fin del dichoso tren de largas distancias tomados de la mano poniendo rumbo de vuelta a casa.
Estaban completamente agotados de su viaje de ida y vuelta en el mismo día, saliendo por la mañana a la capital y volviendo de esta por el atardecer. Aunque lo cierto es que Yeri no tendría por qué haber ido, insistió, no queriendo dejar escapar la oportunidad de ver no solo un gran edificio empresarial de una discográfica si no también a su pareja actuando en ella.
Poco tiempo antes de aquel día Yoongi se enteró de unas audiciones llamadas Hit It para entrar a la discográfica Big Hit Entertainment y, tras comunicárselo emocionado a su novia aunque no sabía nada de la compañía, esta junto a su hermano le apoyaron para que se presentara pues era de todos sabido que aquel chico amaba con todo su corazón la música.
—Estoy segura de que pasarás la audición —dijo Yeri, rompiendo el silencio que había entre ellos al notar como Yoongi andaba cabizbajo, pensativo—. No te preocupes, lo has hecho lo mejor que podías.
El chico la miró con aquellos preciosos ojos que conseguían derretir a Yeri, y vio la sinceridad en su rostro. Yeri era una persona muy realista a la que le gustaba decir las cosas sin tapujos y sus palabras, en cierta manera, lo motivaron a sabiendas de que si lo hubiera hecho mal la chica se lo hubiera hecho saber por mucho que le doliese, pero no era el caso.
—¿En serio? —preguntó, y ella asintió en respuesta, apretando un poco su mano para darle estabilidad a su afirmación
—Me tengo que ir haciendo a la idea de que voy a tener un novio famoso —bromeó, dando grandes zancadas para compensar los pasos de las largas piernas de Yoongi—. ¿Crees que tu nuevo grupo de estilistas sabrán arreglarte esa rata que tienes por pelo para que parezca decente?
Yeri se rió a carcajadas mas Yoongi la miró arqueando una ceja ates de golpearla levemente en el hombro.
—Primero, mi pelo está completamente bien como está —dijo divertido, Yeri iba a replicar entre risas pero no le dejó y continuó—: Y segundo, no vas a tener ningún novio famoso porque pienso entrar a la compañía como productor, no como idol.
Sin embargo, Yeri hizo caso omiso de las palabras de Yoongi y continuó doblándose a carcajadas mientras continuaba burlándose de él todo el camino hasta llegar a casa.
Pero lo que ninguno de los dos sabía es que Yoongi, en aquel momento y sin darse cuenta, había dicho una verdad y, al mismo tiempo, una mentira.
Tres años después Yoongi debutó como idol en el grupo masculino BTS como rapero dando un salto a la fama, no obstante, Yeri ya no era su pareja tal y como él dijo.
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first love❞ || min yoongi [SUGA]
FanficYoongi fue el primer amor de Yeri y Yeri fue el primer amor de Yoongi, sin embargo, sus vidas se vieron forzadas a tomar caminos distintos. Ahora, casi nueve años después, estos caminos vuelven a cruzarse. Bangtan Sonyeondan FanFiction; Bangtan Boys...