Capitulo 2

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Los rayos del sol se hacen presentes y uno que otro logra asomarse por la ventana, esto hace que la rubia abra lentamente los ojos, observando una silueta frente a ella.

Sus ojos se abren como platos y enseguida se levanta y retrocede hasta la orilla de la cama, observa a un chico de pelo castaño, algo rizado y ojos color avellana.

-Tranquila- su voz es suave pero a la vez es algo grave, el castaño intenta acercarse pero enseguida la chica retrocede.

-No voy a hacerte daño- estas palabras no cumplieron el propósito de  calmar a la rubia, el chico se aleja al darse cuenta que la esa asustando y lentamente pone algo sobre la esquina de la cama. -Por si quieres cambiarte- al ver que la rubia no planea decir nada al respecto este continua. -La ducha está en la puerta a un lado del armario, por si quieres ducharte, si necesitas ayuda estaré en la habitación de enfrente- la rubia solo lo miro unos segundos para después volver a bajar la mirada, este mostró una ligera sonrisa y salió.

La rubia lentamente baja de la cama, a pesar de que hace varios minutos el chico cerro la puerta, camina alrededor de la cama observando los muebles eran algo antiguos, y había una que otra foto, pocas estaban a color y la mayoría eran de una mujer, después de dar un pequeño "Tour"  por la habitación abre la puerta del baño, no era muy grande, pero tenía lo necesario, un pequeño espejo, un lavabo, una regadera y una tina.

Esta se dispuso a comenzar a desvestirse, desabrocha un par de botones pero el miedo la invade.

"-Tu eres mía, mía y de nadie mas-"

Enseguida vuelve a abrochar los botones, y se mira al espejo, su labio inferior muestra una pequeña cicatriz, al igual que su frente y lentamente comienza a recordar todo lo sucedido la noche anterior.


El castaño se encuentra en la cocina rompe dos huevos y comienza a revolverlos, no puede dejar de pensar en aquella rubia que se encuentra en la habitación de huéspedes, en como es que termino en la carretera, inconsciente, le causaba demasiadas dudas, solo traía puesto un camisón largo cuando la encontró que al momento de cargarla para subirla a su auto noto que era de seda, eso descarto que fuera una vagabunda, y el hecho de que tuviera puesto un camisón descartaba que fuera de las chicas que vienen al pueblo por el verano y se emborrachan, pero lo que mas le intrigaba era el miedo en los ojos de la rubia, en como no quería que se le acercaran en lo mas mínimo, era rara.

Un fuerte ruido proveniente de la habitación de huéspedes lo saco de sus pensamientos, enseguida el rizado corre hasta la habitación y entra, pero no logra ver a la rubia, toca varias veces a la puerta del baño, pero no recibe respuesta.

-Voy a entrar- en cuanto entra ve el tubo que sostenía la cortina en el suelo y a la  rubia tirada con este encima, con el cabello aun húmedo, cuando este se encuentra a punto de desviar la mirada nota que esta no se encuentra desnuda pero si mojada, la chica lo mira unos segundos y después desvía su vista hasta la otra esquina de la tina donde se encontraba una pequeña lagartija, enseguida el castaño rodó los ojos para después sonreír.

-No hace nada- toma a la lagartija en su mano y la saca por la ventana de la habitación y se acerca para quitar el tubo  que aun se encontraba sobre ella. -Creo que estaba algo floja de todas maneras- dice.

El castaño levanta el tubo liberando a la chica y le ofrece su mano para que esta pueda levantarse pero como era de esperarse la rubia no la toma. -¿Porqué no te quistaste la ropa?- pregunta el chico sonriendo evitando reír, pero la rubia no responde, este guarda silencio y la observa unos segundos.

OBEYWhere stories live. Discover now