Capitulo 6

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Dylan se encuentra en la cocina con la rubia y pone los imanes en forma de letras del refrigerador sobre la mesa.

Así es como el aprendió, nunca fue muy bueno en la escuela y su abuela comenzó a enseñarle palabras, miro unos segundos las letras, le traían recuerdos.

-Bien- observa a la rubia. -Es fácil, solo tomas una de estas, y la pones ahí para formar una palabra ¿Bien?- el castaño mira a la rubia y nota que esta se encuentra algo confundida.

-Mira- el castaño toma los imanes y los pone en el piso, toma varias letras y las pega, para formar la palabra. 

"Casa"

Fue lo primero que vino a su mente.  -Casa- el castaño da unas palmadas a un lado de el para que la rubia se siente, después de dudarlo un par de segundos lo hace, esta piensa unos segundos, intenta recordar.

Toma unas cuantas letras y las pega, el castaño observa la palabra que estas forman. 

"Regnault 24"

-¿Que significa?- la chica mantiene su mirada en esa palabra, recuerda ver esas palabras escritas por toda la casa durante años.

Dylan se dio cuenta de que esto podría ser una oportunidad para saber mas de la rubia, toma las letras y escribe.

"Dylan"

-Dylan, ese es mi nombre ¿C-cual es el tuyo?

-¿Puedes...puedes decírmelo?- la chica separa ligeramente sus labios, pero no puede decirlo, no debe hacerlo, por el bien de los dos, así que se mantiene callada.

El castaño forma una palabra mas. 

"Confianza"

-Confianza- dice el rizado. -¿Sabes lo que es?- la rubia asiente.

-¿Crees poder confiar en mi?- la chica aprieta los labios y mira al suelo. -Creo que esto fue suficiente por hoy- Dylan se levanta y extiende su mano para ayudar a la rubia, pero esta se pone de pie por si sola sin siquiera considerar tomar su mano.

Esto se convirtió en una rutina durante las siguientes 6 semanas, el castaño seguía sin saber mucho de ella, pero sin duda la rubia se sabía casi toda la vida de Dylan, cada palabra formada era una anécdota divertida hasta que hubo una en especial. 

"Familia"

-¿Tu tienes familia?- la rubia negó con la cabeza. 

-Yo tampoco, o por lo menos eso creo- la chica lo mira.

-Mi madre, nunca supe nada de ella, ni siquiera la recuerdo, y la abuela nunca me mostró una foto suya, no quería que la buscara, yo no entendía porque, de hecho peleábamos bastante por eso- el castaño mira a la rubia. -Peleamos el día que murió.

-Lo ultimo que le dije fue que quería que dejara de meterse en mi vida, y no hay día que no me arrepienta de que esas fueran mis ultimas palabras- el castaño siente un nudo en su garganta no ha hablado de esto con nadie. -Ese día saldría a buscar a mi madre, pero después del funeral guarde su fotografía y nunca lo hice, tal vez siempre fue lo mejor, puede que ni siquiera me recuerde- la rubia lo observa detenidamente. -no creo que se haya perdido en busca de mi regalo, creo que solo no me quería.

-Así que no- Dylan pasa su mano entre las letras pegadas en el refrigerador para que estas dejen de formar la palabra. -Creo que no tengo familia.

La rubia se da cuenta de lo decaído que se encuentra el castaño, esta toma los imanes.

"Amigos"

El castaño se mantiene callado unos segundos. -Los aleje después de que mi abuela muriera, ellos tan solo querían ayudar y yo fui un idiota, Hayley fue la única que continuo visitándome de vez en cuando, pero también la alejé.

-Necesito... necesito salir- el castaño se puso de pie y camino hacía la puerta. -Melissa- el castaño se detiene unos segundos y se da la vuelta lentamente. 

-¿Que?

-Melissa- repite la rubia Dylan se acerca. -¿Ese es tu nombre? ¿Melissa?- la rubia asiente y el castaño sonríe.

-¿Y s-sabes mi nombre?- pregunta el rizado, y enseguida la chica asiente. -Dylan- el castaño se siente como un padre orgulloso cuando la escucha decir su nombre.

Es su oportunidad para saber mas de ella, recuerda el nombre que le dieron en el pueblo.

"James Walash"

-¿Quien es James Walash?- Melissa no responde.

-¿Es tu amigo?- la chica niega. -¿El es...?

-Malo- responde la rubia. -¿Es malo?- la chica asiente. 

-¿Te hizo daño?- pregunta el castaño para que la rubia vuelva asentir.

-Cuando te encontré ¿Escapabas?- Melissa vuelve a asentir, el castaño se sienta jundo a la rubia más cerca lo habitual.

-Estas a salvo, mientras estes aquí nadie te hará nada ¿Confías en mi?- Melissa no se aleja por alguna razón, mira los ojos cafés del rizado, sus ojos demuestran su sinceridad, y por primera vez siente que puede hacerlo, siente que puede confiar.

-Si.

OBEYWhere stories live. Discover now