Vᴏʏ ᴀ ᴇɴᴛʀᴀʀ ᴇɴ ғᴀꜱᴇ ᴘᴀʀᴀɴᴏɪᴀ
ꜱɪ ᴍᴇ ɪɴꜱɪꜱᴛᴇꜱ ᴄᴏɴ éʟ,
ᴅᴇ ꜱᴜꜱ ᴠɪᴄɪᴏꜱ ʏ ꜱᴜꜱ ғᴏʙɪᴀꜱ
ʟᴏ ꜱé ᴛᴏᴅᴏ, ᴄᴀꜱɪ ᴛᴏᴅᴏ ᴅᴇ éʟ.[...]
Y ꜱᴇ ᴅɪʟᴀᴛᴀɴ ᴛᴜꜱ ᴘᴜᴘɪʟᴀꜱ
ꜱɪ ᴛᴇ ᴅɪᴄᴇɴ ϙᴜᴇ ʟᴏ ʜᴀɴ ᴠɪꜱᴛᴏ ᴘᴀꜱᴇᴀʀ,
ʏ ꜱᴇ ʜᴜᴍᴇᴅᴇᴄᴇɴ ᴛᴜꜱ ᴏᴊɪᴛᴏꜱ
ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ꜱᴜᴇʟᴛᴀɴ ϙᴜᴇ ɪʙᴀ ᴄᴏɴ ᴀʟɢᴜɪᴇɴ ᴍáꜱ.○○○○○○○○○○○○○
Mamá y papá insistieron en irnos de Madrid durante las vacaciones de semana santa. Y aunque ni mi hermano ni yo quisiéramos, nuestras quejas no sirvieron para absolutamente nada.Me pasé cada día enfurruñado, ganándome broncas a diestro y siniestro porque no quería hacer nada de lo que mamá proponía. Ni siquiera podía contactar con Ago, porque mamá me había confiscado el móvil. Recuerdo bien sus palabras.
— Te estás volviendo adicto al aparato este.
Si hubiera sido capaz de darme cuenta de que no era el aparato lo que suponía un vicio...
Una de las últimas noches, Álvaro y yo nos quedamos en la habitación del hotel mientras papá y mamá acudían a una procesión de esas largas. Álvaro y yo habíamos ido a todas, y por eso esa noche nos permitieron un descanso.
Cuando salí de la ducha, me encontré con Álvaro tumbado sobre mi cama y tras ponerme el pijama, me eché a su lado, a la espera de la charla.
— Bueno, qué. Ahora que estamos solos, ¿me hablarás de ese tal Agoney?
Mi rostro enrojeció y eso arrancó una carcajada a Álvaro, que me revolvió el pelo con energía.
— Es un chico.
— Joder, Raoul, hasta ahí había llegado yo solo. No pensaba que te estuvieras poniendo así de insoportable por una tía, no es tu estilo.
— Ago tampoco es mi estilo. — Murmuré, jugando con las mangas de mi pijama. — ¿Sabes todo lo que mamá nunca ha querido para nosotros? Pues lo tiene él, absolutamente todo.
— Te gusta mucho. — Afirmó, más que preguntar — ¿Te trata bien?
— Me gusta mucho. — Contesté, girándome sobre el colchón para quedar de espaldas a él.— Y sí, me trata bien. Me siento libre con él.
— Pues es lo que importa. Buenas noches, tete.
Agradecí que no volviera a sacar el tema en los días que nos quedaban, aunque me había quedado sin uñas por no parar de morderlas durante el trayecto de vuelta a casa.
Aproveché el día que llegamos a Madrid para organizar las cosas de clase que empezaría al día siguiente y así tener un poco contenta a mamá para que me dejara salir un rato por la tarde. Lo conseguí, y tras hacerme con el teléfono, salí de casa poniéndome la cazadora vaquera. No hacía mal tiempo para ser abril y las seis de la tarde.
Marqué su número, algo entristecido al no ver ninguna llamada perdida, ningún mensaje.
— ¡Pollito! — Cualquier rastro de tristeza desapareció al escuchar su voz. — ¿Qué tal las vacaciones? Te tendría envidia si no fuera porque seguro que tus padres te llevaron a todas las procesiones.
— En el clavo has dado. — Solté una pequeña carcajada, y cuando él la correspondió me sentí el tío más afortunado del mundo. — ¿Qué andas haciendo?
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1999 (o cómo generar incendios de nieve) | Ragoney
FanfictionHoy te volví a ver, Ago, y estabas terriblemente guapo, aunque supongo que realmente nunca dejaste de estarlo. No sé si fuiste consciente, pero cambiaste de acera justo antes de cruzarte conmigo. Sé que me pediste no volver a destapar esto, pero cre...