Vᴀᴍᴏꜱ ᴀ ᴄᴏʀʀᴇʀ ᴇʟ ɢʀᴀɴ ꜱᴘʀɪɴᴛ ғɪɴᴀʟ
ʏ ᴀʟ ᴄʀᴜᴢᴀʀ ʟᴀ ʟíɴᴇᴀ ʟᴏꜱ ᴅᴏꜱ ɢᴀɴᴀʀáɴ.Vᴏʏ ᴀ ʀᴏᴍᴘᴇʀ ʟᴀꜱ ᴠᴇɴᴛᴀɴᴀꜱ
ᴘᴀʀᴀ ϙᴜᴇ ʟʟᴜᴇᴠᴀɴ ᴄʀɪꜱᴛᴀʟᴇꜱ.
Vᴇɴ ᴀ ʀᴏᴍᴘᴇʀ ʟᴀꜱ ᴠᴇɴᴛᴀɴᴀꜱ,
ᴠᴇɴ ᴀ ɢʀɪᴛᴀʀ ᴄᴏᴍᴏ ᴀɴᴛᴇꜱ.○○○○○○○○○○○○○
Actualmente.
Sé que decir que la vida me va bien es excesivo, pues ni de broma se asemeja a lo que se conoce como 'bien', pero puedo decir que al menos, me va decente.
Se acerca el último día del año, el cierre de una década que a mí me ha marcado.
Alfred lleva toda la mañana entrando y saliendo, haciendo las últimas compras. Quiere que esta noche vieja sea perfecta, y por eso está confeccionando el menú una semana antes.
Este año lo celebraremos juntos, de nuevo, pero se unirán Amaia, Emma con su familia y Álvaro. Por un momento, se pasó por mi cabeza el invitar a Agoney, pero no hemos vuelto a hablar, y en el fondo sé que aquello no me haría ningún bien.
Y a Alfred tampoco, y la felicidad de Alfred es una prioridad para todos nosotros.
A lo largo de estos meses, raro es el viernes que no me paso por el local de conciertos de Agoney. Logró hacerse con uno para él y sus amigos.
Paso por allí y me quedo cerca de la puerta para observar el concierto y salir justo cuando acaba. Él hace como que no me ve, y yo hago como que no sé que me ha visto.
Pero nos va bien.
A él lo sé porque le he visto algún día mirar a un chico como yo sé que le miraba, pero con más amor y menos obsesión. Puede que al principio me doliera, pero he decidido tomarme al pie de la letra las palabras de Agoney y dejar que ellos sí sean las personas adecuadas en el momento correcto.
Yo no he vuelto a fijarme en nadie, y es que realmente no hay nada que me llame la atención. He vuelto a estudiar, pienso presentarme de nuevo a la selectividad y esta vez no habrá quién me pare para conseguir mis objetivos, y además está Alfred para animarme y Amaia para ayudarme.
Amaia es un encanto, desde que la conocí se ha convertido en un pilar muy importante en mi vida y Alfred está enamorado de nuestra relación y de cómo nos llevamos, lo sé por como nos mira a ambos.
— Alfred. — Le llamo desde el salón cuando entra en casa por quinta vez en lo que llevamos de mañana. — ¿Se puede saber qué vas a hacer para cenar para dar tantas vueltas?
El catalán rueda los ojos y me ignora, dirigiéndose a la cocina. Me pongo en pie y voy tras él. Se me dibuja una sonrisa socarrona en el rostro cuando le veo agachado frente a un armario repleto de cosas y él tiene que buscar huecos para meter los nuevos alimentos.
— Estás loco.
— Y tú podías ayudarme un poquito, guapo.
Suelto una carcajada y me acerco a él, agachándome a su lado. Él me mira y poso mi mano en su hombro, y sé que lo necesita porque está nervioso, aunque no entiendo muy bien la razón.
— Es la primera vez que Amaia viene a casa a cenar. Y además también viene tu familia, y Emma. — Habla rápido y yo paso mis dedos por su pelo, en una tierna caricia. — ¿Y si no les gusta lo que hago?
— Alfred, si a alguien no le gusta algo que hagas, es porque no tiene ni idea.
Nos quedamos unos segundos mirándonos hasta que un cuerpo pequeño se acerca a nosotros, restregándose contra el brazo de Alfred en busca de atención.
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1999 (o cómo generar incendios de nieve) | Ragoney
FanficHoy te volví a ver, Ago, y estabas terriblemente guapo, aunque supongo que realmente nunca dejaste de estarlo. No sé si fuiste consciente, pero cambiaste de acera justo antes de cruzarte conmigo. Sé que me pediste no volver a destapar esto, pero cre...