4

29 3 1
                                    

Cuando me quise dar cuenta, habían pasado 4 horas y yo tenía alrededor de 24 llamadas perdidas. Prácticamente salté del césped y me puse de camino a marchas forzadas a casa mientras pensaba una excusa.

-¡PAU! ¿Qué horas son estas de llegar a casa?

-Lo siento.

Ni siquiera me había hecho falta poner en práctica la excusa que había pensado. Claro, tampoco esperaba tener que hacerlo. Tampoco es que fuera a escucharme realmente.

Subí a mi habitación y puse a cargar mi iPod, puesto que cuatro horas de música habían gastado parte de la batería.

Tiré la mochila en el suelo y me tumbé en la cama. Hice un resumen de lo sucedido.

Has leído medio libro, has cabreado a un maestro y a la directora, te has encontrado a tu ex, has conocido a un chico y te ha echado de su casa y por último has llegado tarde a tu propia casa.

Para ser un primer día había sido emocionante.

Tres horas después.

Me acababa de terminar el libro que estaba leyendo en clase, así que tenía que buscar otro nuevo. Justo cuando iba a elegir un libro de poesía de Pablo Neruda me sorprendió mi tono de llamada.

Era de un número que yo no conocía, pero aun así lo cogí.

–Pau there. ¿Quién llama?

–Jev. Quería disculparme por haberte echado de mi casa antes. ¿Quieres pasarte y cenar?

– ¿Cómo cojones tienes mi número?

–Un mago de verdad nunca revela sus trucos. Vienes o no vienes.

–Veré qué puedo hacer. Ahora te envío un whatsapp con la respuesta.

–Vale. Hasta ahora.

–Chao.

Hija del Karma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora