The Rose and the Dagger

11. Citando.

― ¿Qué haces ahí? ―Zayn intenta sujetar a Louis ―. Necesitamos a una curandera, ahora.

Harry está de pie a unos cuantos centímetros de Louis, mirando con el ceño fruncido en preocupación y sin dejar de repetirse que es su culpa.

― ¿Va a estar bien? ―solamente necesita escuchar que alguien le diga que todo va a estar bien. Que Louis lo va a volver a estar.

―Harry, ve a pedir ayuda. Louis sigue sangrando.

Sale corriendo hacia la cocina. Las betas siempre están ahí, la mayoría de ellas son de edad adulta y deben saber cómo manejar esas situaciones. Sabe de antemano que alguien de ellas debe tener conocimientos sobre remedios.

Corre, corre lo más rápido que puede.

Hace mucho que no corría. En realidad, desde que era niño que no se echa a correr.

Recuerda que correr de pequeño era divertido, ahora no lo es. Ahora solo puede sentir su corazón acelerado en su pecho con la intención de salir de un salto de ahí. Y no quiere preguntarse si es por qué no ha corrido en mucho tiempo o porque realmente está asustado.

― ¡Ustedes, vayan a la torre y lleven lo necesario para curar a mi esposo! ¡Está sangrando por la nariz! Demasiado ―suena agitado, apresurado, atropellado ―. ¡Vayan, ahora!

Se sujeta a la mesa de roble y se recarga sobre ella para descansar de su peso. Es cuando se da cuenta que está temblando. Sus brazos tiemblan, sus dedos están ansiosos y todo él se siente extraño.

No es así como debe suceder nada.

Se siente triste y abatido.

No es él quien está enfermo. No es él quién está sangrando. Ni siquiera tiene idea de por qué siente ese nublazón en su cabeza que no le permite ni ninguna otra sensación que temor.

Va hacia su habitación sabiendo que ya deben estar ahí.

Sus manos se revuelven sin saber muy bien qué hacer cuando mira la cantidad de sirvientas que se mueven de aquí para allá alrededor de Louis. Zayn está recargado en el marco de la puerta al balcón, mirándolo y negando con la cabeza.

―No sé qué le has hecho, pero eres detestable.

Harry se acerca con el ceño fruncido. Está frustrado y Zayn simplemente no está ayudando a calmarlo. No sabe que es lo que planea hacer, pero cando un gemido de dolor brota de las cuerdas de Louis, se gira de inmediato cambiando su dirección.

―Louis ―se apoya en la cama, haciendo a un lado a las mujeres que ahí se encuentran ―. Louis ―se pone de rodillas y toma su mano ―. Estás bien.

El omega se remueve en la cama, sin abrir los ojos y demasiado pálido y débil.

―El Rey Tomlinson está muy débil, y estuvo sangrando por un buen tiempo. No estamos muy seguras de lo que le sucede, pero estaremos pendientes de él. No se preocupe ―le dice una de las mujeres a Harry. Poco después inclinándose y saliendo cuando Harry se lo pide, así como a las demás sirvientas.

―Zayn, quiero que me dejes solo con Louis ―le pide sin mirarlo.

El nombrado sigue en el mismo lugar de hace minutos, pero realmente no tiene intenciones de irse.

―Por favor, déjame solo con él. Quiero dormir y él debe descansar ―Harry tiene su mirada fija en Louis. Algo fuerte le está oprimiendo el pecho al verlo así, no es como sucedería nada. No es como debe sentirse. Pero siente culpa. Miedo y quizá un poco de preocupación. Ni siquiera tiene idea de a quien está engañando, pues está muy preocupado. Pueden confirmarlo sus manos temblorosas y el nudo en el estómago.