13

741 50 23
                                    

13

El baile de Navidad

El baile de Navidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nerviosa.

Esa palabra describe solo un poco el remolino de locos hipogrifos que vuelan en mi estomago.

Ansiosa.

Emocionada.

¡Por Merlín! ¿Qué tan malo puede ser que todo Hogwarts me vea llegar del brazo del más famoso buscador de este tiempo?

¡Oh vaya! Diciéndolo de ese modo me hace sentir mucho peor.

Me levanto de la cama y vuelvo a dar un par de vueltas en mi habitación. Me siento como león pero de esos que los muggles suelen tener en esos lugares a los que llaman circos.

Debo contar hasta diez. Sí, eso me ayudará.

Uno.

Viktor debe verse guapísimo.

Dos.

Los de Slytherin no dejarán de señalarme por el resto de mi tiempo en Hogwarts.

Tres.

¿Qué dirá Cedric de esto?

Cuatro.

De seguro me veré horrenda al lado de Viktor.

Cinco.

¿Y si le traigo problemas a mi hermano por ir con su contrincante en el Torneo?

Seis.

Todas las chicas que aman a Krum de ahora en adelante serán mis enemigas.

Siete.

Al menos papá se sentirá orgulloso de que fui invitada por el más famoso buscador de Quidditch.

Ocho.

¡Pero yo quería esto! ¿Por qué debería importarme lo que los demás digan?

Nueve.

Yo quiero a Viktor, de verdad lo hago, así que no me dejaré vencer por mis negativos pensamientos y lucharé contra lo que venga, incluso mi propio pesimismo.

Diez.

¡Estoy lista para ir al baile!

Logro verme una vez más en el espejo antes salir de mi habitación. Llevando puesto un largo vestido verde que en ocasiones daba la sensación de estar viendo escamas de serpiente y que se ciñe a mi cuerpo haciendo que aparezcan ligeras curvas. El maquillaje es suave ya que no me gusta ponerme o es que simplemente no estoy acostumbrada a usarlo; lo único que me importó fue resaltar mis ojos con ayuda de sombras oscuras en la orilla de los parpados y que desvanece al llegar al centro de estos; las pestañas rizadas logran que mis ojos se ven más grandes; el labial coral hace que mis labios se distingan aunque no demasiado como lo haría un tono rojizo.

DIGGORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora