16

580 49 16
                                    

16

Aceptación

La tercer prueba es mañana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La tercer prueba es mañana. No podía creer lo rápido que habían pasado los días y ahora el fin del torneo ha llegado.

En esta última prueba mi padre vendrá para ser la ayuda de Cedric así que por primera vez podré disfrutar de la prueba junto a los espectadores, como siempre debió ser aunque aquello no me hace sentir mejor ni minimiza los nervios que me carcomen. Estoy tan preocupada por mi hermano como por Viktor así que no he tenido muchas horas de sueño por la noche y me siento algo aturdida.

Hoy tengo día libre porque decidí no ir a Hogsmeade para quedarme con Cedric y Viktor. Eso también me tiene angustiada. Digo, sé que debería ser al contrario porque podré estar con ellos, platicando y esas cosas pero también hoy llegan algunos familiares de los campeones y entre ellos está mi padre y sus incesantes ganas de saber todo y cuando digo todo en serio que lo es.

Cedric me enseñó una carta que envió papá donde le pregunta por mí y que si es cierto sobre mi relación con Viktor ya que leyó en el profeta (gracias a Rita Skeeter) el "bochornoso" artículo que hizo sobre mí y mi preferencia por el buscador de Bulgaria que por el niño que sobrevivió. ¿Quién le dijo a la chiflada esa que yo estaba con Harry antes que con Viktor? ¡En serio que era una loca mentirosa!

Mi madre me envió a mí una carta, con su lechuza favorita, diciendo lo feliz que estaba por mi relación con Viktor y que deseaba conocerlo así que propuso que lo llevara a casa durante el verano. Eso sería lindo si es que logro que mi padre deje sus manías y se comporte como debe o si no será demasiado incómodo.

— Esperando a su padre, señorita Diggory, ¿no es así?

El profesor Severus Snape se sentó a mi lado. No traía su capa así que pudo acomodarse sin problemas en el tronco junto a mí.

— Sí, eso creo.

— No parece demasiado feliz por ello— Snape levantó la vista; sus intensos ojos oscuros parecen atravesar mi mente en un intento por saber realmente qué era lo que pasaba por ella.

— No me llevo bien con él, es todo.

— No, no es todo, porque sino no estaría así, demasiado preocupada.

— Supongo que es cierto— suspiro, volviendo a ver el Lago Negro en donde el barco de Durmstrang se balancea de un lado a otro, con movimientos suaves.

— ¿Él te dijo algo?

En estos últimos tiempos confío mucho en el profesor Snape así que no me importa el decirle lo que me pasa. Jamás creí, ni por un momento me pasó por la cabeza, que él sería mi confidente y no solo mi profesor de pociones.

— Cree las absurdas historias que cuenta Skeeter sobre mí en El Profeta.

— Esa mujer es una serpiente— dijo Snape entre dientes. Me sorprende su reacción aunque de todos modos a él no le agrada nadie, o algunas personas ya que él no es desagradable conmigo—. Y tu padre un estúpido por creer las cosas que esa mujer escribe.

DIGGORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora