4. Me caes mal.

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Cuando Lur y yo salimos fuera no veíamos a Logan; ni rastro de él. Solo cunde el pánico en el parking de este supermercado. ¿Y ahora que hacemos?

—¿Oye como acabaste debajo de aquella estantería?.—pregunto mientras busco con la mirada el coche de Logan y la ayudo a caminar fuera de esta catástrofe.

Los coches no podían salir, había un caos terrible. Al otro lado del parking dos coches se habían chocado y salía humo de uno de ellos.

Espero que ninguno de los dos sea el de Logan, sino me da algo.

—Acho, quería coger un bote de nutella pero no llegaba, entonces me subí a la balda y me asusté cuando toda esa gente salió de repente y me escoñé. Segundos después esa estantería estaba encima mío.—se encoge de hombros y suelta un quejido de dolor. Aguanto la risa y asiento sin responderle.

En realidad ella siempre ha sido mucho más alta que yo, no entiendo como semejante rascacielos ha tenido que subirse a una balda.

—Tia busca un mustang gris, me estoy desquiciando joder, donde estará este idiota...

Ya estábamos fuera y caminábamos por una calle transitada como podíamos. Estos no se han enterado de lo que acaba de pasar...

A veces escuchaba murmullos del estilo "dos coches se han chocado en aquel parking" o " ha cundido el pánico en el supermercado" y un gran etcétera. Pero nada sobre el... ¿infectado?, era como si el gobierno quisiera taparlo.

De pronto se escucha un motor que conozco a la perfección; se detiene delante nuestro y el piloto baja la ventanilla, apoya el codo en esta y se quita las gafas.— ¿Os llevamos nenas?

Ruedo los ojos sin entender como puede estar tan tranquilo en circunstancias como esta.—Tu te vas a llevar un par de collejas.—le respondo y ayudo a subir a Lur mientras suelta risitas tontas.

Saco el arma que tenía guardada bajo la chaqueta y la dejo en mi regazo, pensando en cómo la gente no se ha dado cuenta de que llevaba semejante cosa encima.

Cuando ya estamos las dos acomodadas, observo a Salva, está callado mirando hacia el frente. Apoyo una mano en su hombro.— Hey, ¿estas bien?.—pregunto preocupada y no obtengo respuesta. Él pone una mano sobre la mía y la aprieta fuerte, con eso me lo dice todo; tiene miedo, todos lo tenemos.

Menos Logan, a él se la suda todo.

— Logan amor pon la radio.—mi mejor amigo me mira por el retrovisor con los ojos entrecerrados por cambiar tan rápido de humor.

— Vale Alessa aka señora bipolar.—enciende la radio y pone la cadena donde dan las noticias.

— Perdona pero de señora poco chaval, aquí el que tiene 43 años.—digo haciendo comillas con los dedos y miro mi móvil.

— Eh chst, esa bromita ya terminó hace bastante.—alzo una ceja cruzándome de brazos y nos miramos a través del retrovisor, él imita mi acción y yo solamente bufo.

— ¿Podéis dejar de discutir como niños? gracias.— dice Lur medio gritando y la miramos frunciendo el ceño, ella abre los ojos porque ahora la atención se centra en ella y mira por la ventana como si nada.

— ¿Y tú eras...?.—dice Logan carraspeando incómodo.

— Golpe bajo.—comenta mi amiga.

Salva sube el volumen al máximo y todos empezamos a gritar alterados en el coche, menudo gallinero. Entre Salva que está haciendo de dj con el volumen, Logan casi atropella a una señora y Lur que lo está grabando todo mientras se mea encima, luego los niños somos nosotros... face palm. Creo que vamos a morir todos antes de que la apocalipsis empiece.

INFECTADOS | Skuad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora