6. Memento mori.

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Empezamos a responder preguntas entre broma y broma, sin darnos cuenta los espectadores habían subido otros 30k.

— ¡Mira Logan! cien mil espectadores observando este cuerpo serrano.—me levanto de la silla y hago un movimiento "sensual".

En realidad parece que me esté dando un espasmo.

— Dirás ÉSTE cuerpo serrano.—me aparta golpeando su cadera contra la mía y empieza a copiar el movimiento que he echo hace un momento. Reímos y nos volvemos a sentar.

Logan lee el chat curioso.— Cuéntanos un poco de tu vida Alessandra, dicen por aquí.—sonríe y su mirada se posa en mi.

— Ay me siento especial.

— Es que especialita ya eres.— me da golpecitos en la cabeza y yo ruedo los ojos.

Adoro nuestros piques.

— Bueno pues así un poco resumiendo y para los que acaban de llegar al directo. Tengo 19 años, nacida en Málaga pero vivo en Barcelona, estudio periodismo y conozco a este simio desde los 11 años. Justo antes de entrar a Hogwarts.—sonrío inocente hacia la cámara y Logan lee el chat riendo por eso último.

Solo los potterheads entenderán, jeje.

— ¿Cuantos días te quedarás en la skuad mansion?

— Una...dos semanas quizás.—me encojo de hombros, no sabía con exactitud cuánto me quedaría.

— ¡¡ALESSANDRA!!.—grita la conocida voz de mi amigo. Toca la puerta repetidas veces hasta que Logan va a abrirla, Salva entra como un rayo a la habitación buscándome.—ay aquí estás, te tengo que enseñar algo.—me coge del brazo y antes de que pueda replicar nada ya estoy sentada en su cama junto a Lur. El moreno se sienta en medio de nosotras y pone su móvil de forma que lo veamos los tres.

— ¿Me puedes explicar de qué va todo esto?

— Calla, atenta.

Miro a Lur y se encoge de hombros, puedo suponer que ella tampoco sabe por qué Salva está así.

Mi amigo le da al play y me echo para atrás un poco incómoda por lo que estoy presenciando. Infectados corriendo detrás de humanos en un hospital cerca de Madrid.

Trago saliva.

Está pasando, todo esto, va a acabar en apocalipsis.

Todos los infectados que han salido del hospital no van a poder ser capturados, y encima infectarán a todo ser que encuentren.

— Salva.—digo agarrando con firmeza su brazo y él me observa con la mirada perdida.— ¿Habéis metido todas las provisiones?

— Sí, la despensa y las neveras están al tope. Hay un armario lleno de medicinas y demás productos de enfermería.

Asiento y observo a mi amiga que mira algún punto perdido de la habitación.

— Hay que ir a avisar a los demás.

— Yo me encargo.—responde Salva saliendo de la habitación y yo cojo a mi amiga de la mano.

— No creo que te apetezca ir con pantalón corto y chancletas en el apocalipsis.—vacilo arrugando mi nariz.

— ¿Tarde de compras?

— Tarde de compras.

Lur y yo creemos que los infectados aún no han llegado del todo a la ciudad, por lo cual tendríamos esta tarde el tiempo suficiente como para finalmente comprar lo necesario. Ropa.

Entramos a la zona de monte, buscábamos unas botas cómodas, tanto para nosotras como para toda la skuad. No creo que les gustaría huir de infectados con sus zapatillas gucci.

INFECTADOS | Skuad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora