INFECTADOS | Skuad

9. Primera muerte.

Al llegar a la puerta de fuera intento abrirla sin hacer mucho ruido, lo que menos quería era atraer hacia esta casa al grupo de infectados que estaba al caer.
— Eh, tss, chicos.—susurro hacia dónde se encontraban Nil y Agustín pero no me escuchan, estaban demasiado centrados en la conversación que estaban manteniendo.

Los infectados estaban cada vez más cerca y ellos seguían sin hacerme caso. Era muy peligroso salir, cierro la puerta con llave y me subo al muro no sin antes coger una piedra, la cual lanzo dando en la mano de Agus y muevo los brazos para que se fijen en mi.
 
No me creo ni yo lo que acabo de hacer, vaya pedazo lanzamiento.

Los demás acaban saliendo de la mansión gritando y haciendo ruido.
— Os queréis callar panda de simios.— digo entre gestos histérica.

Todavía no son conscientes de la catástrofe que se avecina.

Los infectados ya estaban aquí y se dirigían hacia ellos.

— ¡Meteros al coche!.— grito nerviosa y empiezo a dar golpes a una especie de farolillo que había ahí para atraer a los muertos vivientes.

— Alessandra que coño haces.—grita Shoot cogiéndome de la mano para que bajara del muro. Los demás se dan cuenta de lo que pasa cuando se asoman al hueco de encima del portón.

— Joder bro.—dice Logan retrocediendo.

— ¿Seguro que esto no es una especie de prank vuestra?.— pregunta Grefg y yo le miro haciendo una mueca negando.

— Ojalá fuese una prank.

Salva coge de la furgoneta unas lanzas de madera refinada, en qué momento ha hecho todo esto. Nos las reparte a mi a Grefg y a Logan, Shoot había huido para dentro de la mansión.

Los cuatro nos subimos al muro que había al lado del portón, hacemos ruido; gritamos, golpeamos la pared con los palos, tiramos piedras... cuando los infectados se dan la vuelta y caminan lentamente hacia nosotros me quedo un poco más tranquila sabiendo que ellos están "a salvo".
— ¿Llevas un arma encima, por qué no la utilizas?— pregunta mi mejor amigo quitándome el fusil robado, digo, tomado prestado.

— A ver tú eres tonto o que, que eso atraerá a más infectados y encima quiero guardarme las balas para algo más importante.— le quito el arma y me la cuelgo del hombro, miro de reojo al rubio teñido y este bufa. No tenia razón y en mi opinión en este caso había que pensar con cabeza y el no lo estaba haciendo.

Cuando los infectados llegan a nuestra pared los gruñidos aumentan. Estaban del otro lado y al estar un poco en altura los teníamos "controlados".
— ¿Si a los zombies se les matan atravesándoles el cerebro con estos también servirá no?.— pregunta Grefg mirándolos con cara de disgusto.

— No sé, ¿supongo...?

Los infectados levantan los brazos raspando la pared mientras gruñen cada vez más fuerte.

— Joder que pestazo hechan.— dice Grefg utilizando el cuello de su camiseta como máscara.

— Bueno.— dice Salva y con su lanza atraviesa el cráneo de uno, era una mujer y llevaba un uniforme de trabajo, también le faltaba parte del brazo, por lo cual a parte de gruñir y arañar, ¿mordían?

Mientras tanto dentro de la mansión...

Narra Shoot

Esto tenía que ser una broma, todo esto tenía que ser alguna broma gorda de Salva y su gran complice Alessa.

Me acuerdo de lo que le ha pasado antes a Rubén y me acerco a su habitación.
—¡Rubén!.— grito acercándome a su cuarto. Cuanto más cerca estaba más ruidos extraños se escuchaban.— ¿Rubén?— abro la puerta y un Rubén descolorido y de ojos rojos se gira hacia mi, pego un grito y vuelvo a cerrar la puerta.

Salgo corriendo de casa, que cojones acaba de pasar.

Sigo corriendo y cuando llego donde mis amigos, Agustin abrazaba a Alessa mientras Nil los miraba con cara de asco y habían unos cinco infectados en el suelo... ¿muertos? digo, como ya están muertos pues no se, dejémoslo.

Narra Lexi

Después de matar a los cincos infectados que habían ahí fui corriendo al coche donde se encontraban Agus y Nil. Estaba más preocupada de lo normal, sobretodo por Agus, seguía importándome más de los que creía, es de esas personas que dejan huella en tu vida.

Doy golpecitos en la ventanillla del coche con mi dedo indice.— Soy yo.— hablo y levantan la cabeza, Agus sale del coche casi llorando y me abraza, sorprendida por su acto le devuelvo el abrazo.
—No ha sido para tanto...— murmura Nil, me está empezando a caer mal este chico.

Me ponía muy nerviosa la gente borde. Es como, que necesidad tienes de hablarle mal a la gente.

Cuando Agus se separa yo le sonrio avergonzada y antes de que pueda decir nada Shoot sale corriendo de la mansión.
— ¡Hay un...! ¡Rubén es un...!.— se queda pensando aturdido, no sabia que palabras utilizar.— ¡A Rubén le pasa algo extraño!.— mierda, ¿y si se ha convertido en infectado?.

— Tu que Lur está dentro.— corro hacia la mansión agarrando firmemente la lanza o el palo con punta que nos ha echo Salva, no se exactamente como llamarlo.

— Esta tia se pasa la vida corriendo.— escucho de fondo a Logan.

Empiezo a pensar en cualquier cosa y el sentimiento que tanto odio llega, el miedo, me siento tan indefensa.

¿Habrá dejado la puerta abierta? pienso.— ¿Lur?.— todo está en silencio y lo único que escucho es mi respiración acelerada y el retumbo de mis zapatillas contra el suelo.

Se escucha un grito.

Viene de la parte de abajo, es ahí donde se encuentra la habitación de Ruben.

Antes de volver a salir corriendo Tarifa y Viruzz bajan preguntando que qué pasa. Los demás se encontraban detrás mío.
— ¡Ayuda! ¡por favor!

Corro escaleras abajo con el palo en alto, Salva me cubría las espaldas y estaba incluso más preocupado que yo como es obvio, ya que es su prima.

Nos miramos entre los dos y por el rabillo del ojo observo como los demás bajan.
— No bajéis.— digo con el rostro de lo más serio y asienten en silencio. Si bajamos todos sería un caos y a saber que pasaría.

Vuelve a escucharse un grito y varios estruendos, como si unas cajas se cayeran de repente. Salva y yo buscamos el o la procedente de esos ruidos y llegamos al garaje, Lur estaba siendo acorralada por ¿Ruben...?.
No, ese ya no era Ruben. Rubén estaba muerto.

— EH.—grita con todas sus fuerzas Salva llamando su atención y da palmadas en el aire mientras grita de nuevo.

Lur se encontraba detrás de una columna y varias cajas, cuando llego donde ella escucho de fondo como Salva solloza y acaba atravesando el cráneo del Ruben infectado.

Ayudo a salir a Lur de ahí.
— ¿No te ha hecho nada verdad?.— pregunto en un susurro con miedo y ella niega al borde de las lágrimas, suspiro tranquila y acabo atrayéndola hacia mí para abrazarla y hacerla sentir segura.

Los pasos de los demás se acercan y al llegar donde nos encontrábamos se quedan mudos por la escena. El primero en reaccionar es Tarifa.

— ¿Rubén?.— se acerca al cuerpo sin vida de su amigo.— Qu-que ha pasado.—se arrodilla junto a él y Salva retrocede.