beautiful and kind but sad

4-. Desconfíanza.

El más joven de la batifamilia estaba de brazos cruzados mirando fijamente la baticomputadora, mientras en ella hablaba Grayson, quien le decía que tendría una invitada, pues Batman había encontrado al cuervo.

Pero en lugar de que Grayson le estuviera dando información concreta, si no diciendo que la joven era una belleza y qué tal vez si tuvieran la misma edad él no tendría ningún problema al estar a su lado; por eso Damián no le ponía mucha atención.

-Dame información concreta y no estúpideces-. Recalcó Damian exigente y con fastidio.

-Esta bien, aguafiestas- resongo Grayson - la chica se llama Rachel Rhot, pero algunos la conocen como Raven de todas formas parece no importar, tiene tú misma edad; 15 años, es todo lo que sé por el momento, que te valla bien con la visita, suertudo.- se despidió Dick.

Damián apaga la baticomputadora con desdén mientras suspiraba, esa información es básica lo primero que se debe saber, pero no completa, algo no anda bien.

Como siempre, él sospechaba.

No confía.

De un momento a otro escucho el rechinido del Batimóvil acercándose, así que se paró de su asiento y dirigió dos pasos antes dónde siempre lo estacionaban.

Al fin logró divisar a la joven de la Grayson tanto hablaba; piel extrañamente pálida, cabello de azabache extraño, y ojos de color violenta oscuro acompañado de una mirada de desconfianza pero a la vez pérdida.

Para él todo en ella era extraño y misterioso.

Por alguna extraña razón Damián se sentía seducido por el misterio. Pero basta del tema. Desconfía de ella, pues no la conoce, pero lo que le llamó la atención fue... ¿Qué era ese Crystal que estaba en su mente?.

- Damián te presento a Rachel Rhot.- dijo Batman mientras se quitaba la máscara - Rachel él Damián el nuevo Robin.

-Todo un placer.- dice Rachel sin ni una pizca de emoción, como si no le simpatisara el chico.

Robin entendió muy bien esa parte, pues su mirada mostraba la desconfianza lo consumía y su mirada lo delataba, pero aún así quería matar la curiosidad.

-¿Qué es eso que llevas en la frente?, ¿Una joya?-. Pregunto Damián.

Esta pregunta no le hiso mucha gracia a Raven, pues consideraba que está actitud era un descaro, ¿Cómo se atrevía? Lo dicho es un descarado.

-Siento interrumpir- irrumpe Alfred a la conversación - señor, tiene una visita-.

-En seguida voy. Alfred muéstrale a Rachel donde será su habitación-. Ordena mientras subía las escaleras y se quita su máscara.

-por supuesto amo Bruce. Hágame el favor de acompañarme a su habitación señorita.-

Rachel accidio a la petición del mayordomo.

Pero Si no antes que Damián la sujetará del brazo bruscamente y le diera una abvertencia.

-estare observendote-. Le abvirtio, Rachel solo se safa del agarre restándole importancia.

La joven siguió a Alfred con mucha calma sin mencionar una sola palabra.

Al llegar a la habitación, Alfred le pregunta si se le ofrece algo más; la joven niega con la cebeza y le dice que podía retirarse y le da las gracias de forma cortes.

Se echa a la comoda y fría cama acogedora mientras daba un suspiro, esto sería incómodo. En la mansión se sentía vacía y llena de tristeza.

Ella siempre cuando se siente sola, empieza a recordar los pocos momentos que vivió con su madre en azarad esos momentos de melancolía pero a la vez de Alegría.

Sería un buen momento de recordar apartir de ahora.

Mientras las gotas empezaban a caer arruinando la hermosa vista que tenía hace un par de horas.

Una noche horrible y llena de truenos se habecinaba para acompañarla en sus pesadillas.