10 -. El sueño acabo, una realidad comenzo.

547 46 4
                                    

Entre el polvo Raven daba pasos secos mientras sus pies dejaban marcas de color carmesí, sus heridas de las torturas eran muy evidentes y dolorosas.

Ni siquiera sabe dónde está, quien es, solo sabe que resurgió del infierno, y busca una salida, sus manos estaban eladas y sus ojos fríos como el invierno que azota a Rusia, no mostraba ninguna expresión, solo miraba el frente buscando la luz, buscando una salida.

—¿Cómo demonios saliste?—. Se escucho la voz de un desconocido, poco le importó escucharlo, ella tenía que seguir con su camino.

No detiene sus pasos, pero llegó una mano, y un olor a sangre y muerte, que presuntamente si ni siquiera reconocerlo le resulta familiar, ¿Quien era ese hombre vestido de payaso?, Tenía una mirada escolofriante acompañada de una cinica sonrisa

Su mirada no expresaba nada, no podía sentir nada.

—¡Ho!, Querida, por qué no lo dijiste, te dije que si fueras buena niña te dejaria salir, jejeje, a ti te gusta lo rudo, pero qué mal tendré que castigarte.

Su voz se escuchaba infantil, adulta, psicópata, como si fuese un juego, para ella nada tenía sentido, solo miraba y no decía nada, no sabía que decir, ni una sola palabra.

Algo si sabía el hombre no era de fiar.

—Deja...me— dijo con la dificultad transparente en su voz, mientras el payaso la arrastraba a quien sabe dónde.

—mocosa, crees que me importa.

—no— contesto secamente haciendo parar en seco al Guasón.

Raven, tenía algo metálico y filoso en sus manos, no sabía de dónde lo agarro, no lo recuerda, pero le serviría; específicamente, ella no le importó que corto o que fue el daño que le había hecho al Guasón, pero sabía que era muy grave, pues el hombre grito en agonía, que era esa marca que estaba chorreando sangre en su hombro y cuello, no lo sabía, pero le provocaba cierto placer con solo ver la sangre salir y brotar, mientras ensucia su cara.

Mientras el Guason gritaba y al parecer reía, Rachel seguía con su camino, a pasos lentos...

Quizá más pronto que tarde... Pero por otro lado estaba Bruce Wayne y sus "hijos".

Preparándose, para poder ir a la base del Guason a rescatar a Rachel su resiente integrante a la batifamilia. 

Sabían de antemano que Guasón por ahora mantendría viva a la joven pero no por mucho así que tendrían que moverse rápido.

Damián Waney, ha estado últimamente preocupado, por su podría decirse única amiga, no sabe que habrá sido de ella en estos momentos, pero de algo está seguro si el Guason le puso uno de sus sucios dedos en sima el mismo acabaría con él.

El plan era muy claro, pero a la vez suicida, por lo cual de refuerzos estaba Batwoman y Batwing, por si acaso ellos no son suficientes.

Raven solo estaba caminando, este lugar era como un laberinto, ni idea a donde se dirigía, todas las paredes eran de un escremento sólido manchado de sangre, no podía entender; cada paso que daba cada persona que se le cruza sale muriendo, sin que ella mueva un dedo, se sentía amenazada, podía ver a través de las viejas ventanas que se encontraba su reflejo: un camisón que era blanco ahora manchado de sangre y ciertas heridas en su cuerpo.

Esos ruidos la molestan, esos ruidos que hacen esas armas al disparar, los odia, sonreía por cada cosa que pasaba por su mente en blanco y manchado de sucia sangre.

Dios, por qué carajos hay ruidos, no queda nadie, pero era evidente que no era dentro de ese lugar, no le importa ella tiene que salir.

Escuchaba que algunos maldecian otro morirse, podía sentirlos.

Pero no fue hasta que una voz interrumpiera sus pasos.

—¡Rachel!— ella al oírla por instinto fue hacia donde estaba la voz, corriendo, dónde hay voz cerca hay una salida cerca.

Mientras tanto Damián y toda la batifamilia estaban luchando desde afuera del viejo y oxidado edificio, se preguntaba en donde de todos esos cuartos estaba ella, estaban por acabar con esos hombres, pero no había nada.

Robin vio a Richard entrar, de modo sigiloso lo siguió, apesar de que su padre le dijera que no, él seguiría.

Sus pasos se detuvieron al ver a Richard parado mientras soltaba sus bastones.

—¡Oye-...!— Empezó a caminar hacia el mayor pero se detuvo al ver el horroroso panorama que veían sus ojos; era ella, era Rachel, su camison Machado de sangre, se veía en un estado lamentable, mientras sujetaba un hombre... Un hombre muerto, su mirada, una mirada fría y vacía pero a la vez siniestra, no mostraba ni una sola expresión, no podía ver nada, solo vacío en sus ojos, Damián se paralizó, esa mirada, esa mirada no era la de su amiga, no era la de su Rachel, esa no podía ser Rachel.

—Rachel— la llamo nightwing, muy asustado, sencillamente esto le parecía escalofriante.

Raven no los reconocía, se preguntaba quienes eran, dónde había visto esa ficciones antes. Sus pensamientos fueron interrumpidos por ver la poca luz radia a una vuelta de la esquina, sonrió, poco le importó la presencia de ellos, soltó al hombre que había matado, y rabaso a Robin y a Nightwing, dejándolos preplejos.

Corriendo logra encontrar esa hanelada salida, esa abrazados luz blancas de los enorme reflectores.

Su sonrisa, era grande, no tenia comparación, hasta rebasaba las sonrisas del mismo Guasón.

¿Quienes eran ellos?.

—Rachel, ¿Qué te hicieron?— pregunto el hombre vestido de quien sabe, ¿Murcielago?.

beautiful and kind but sadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora