"A fuego lento" (1/2)

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-Sí, claro, sólo voy a estar ahí de compañía por si me llegan a necesitar, hay unos tipos muy raros aquí, no sé quienes son, pero supongo que serán de ayuda. Tal vez hubiera podido si me lo hubieras dicho un poco antes, apenas me pidieron que fuera. En serio, perdón, bye, te quiero.- finalizó Tom.- Que lástima, me hubiera encantado quedarme con Star, más vale que estas malditas reuniones sean importantes o...- se enfurece por dentro, pero recuerda que debe de calmarse- o bueno Tom, cálmate y recuerda que estás cambiando por Star- suspira.- aparte no puedo creer que deba decir que es algo peligroso, pero al ser algo tan aburrido e inevitable, ¿qué más le podía decir?

Tom caminaba en el inframundo hasta llegar a una sala donde unos demonios con túnica obscura lo guiaron, le dijeron que esperara afuera, primero tenían que hablar con alguien; Tom preguntó por ese alguien, pero se le ocultó dicha información, eso le dio mala espina. Cuando al fin salió uno de esos demonios, le pidió a Tom que pasara. Él tomó asiento en una gran mesa redonda, miró a todos pero ninguno mostraba sus rostros.

-Muy bien, para empezar, ¿quiénes son ustedes?

-Nosotros somos los enviados por el creador del creador de este inframundo, estamos aquí para hablar de asuntos serios, jovencito, no venimos a jugar ni nada por el estilo- dijo uno de ellos.

-Así es y tenemos muchos temas que tratar, para su infortunio, sólo serán cosas políticas sobre el inframundo.

-Está bien, sólo hagamos esto- dijo Tom en un tono aburrido.

Tras mucha plática y parloteo acerca de las tareas y los nuevos tratamientos de tortura en el infierno, los demonios abrieron un nuevo tema.

-Escuchamos que se deshizo de uno de sus demonios internos, ¿no es así?

-Eso no se lo dije a nadie...- Tom los mira desconfiado.

-Tenemos nuestros contactos, Tom, pero eso no es importante, lo que cabe destacar es que esos demonios se reproducen dentro de usted, por lo que eliminarlos resultaría inútil.

-¿En serio?- pensó asombrado.

-Y aún si lograra deshacerse de todos, volverían a crearse nuevos dentro de usted, es su naturaleza, no lo puede cambiar, por lo que controlar su ira depende solamente de usted.

-Pero su ira lo hace quien es, nuestro mejor consejo es que deje fluir esa ira dentro de usted para que sea expulsada paulatinamente mientras pasa por el resto de su ser. Así es como lo hacemos todos nosotros, concentramos nuestra ira en el centro de nuestra alma y al expandirse por la misma, se vuelve más fácil de manejar, sólo concentrarse, seguro servirá.

-Bueno, lo intentaré.

-Seguramente nos volvamos a reunir pronto, príncipe.- todos en la reunión se retiraron y regresaron de donde vinieron, menos Tom, él se quedó pensando ahí en su lugar.

Tenía algunas preguntas sobre esos tipos, no le quedó muy claro quiénes eran, además, ¿quién es el creador del inframundo? ¿Quién es el creador de ese creador? Lo que no se imagina, es que tendría la respuesta más pronto de lo que esperaba. Miró la hora y ya era noche, se quedó pensando en el porqué Star quería que él fuera a dormir con ella. Eso lo hubiera emocionado mucho, pasar la noche junto a su chica era algo que quería. Salió del salón y al cruzar la puerta se topó con un tipo de pelo rubio; este chico lo miró sonriente y Tom sólo lo ignoró, cuando volteó para verlo otra vez, ya no estaba, ¿quién habrá sido? Se dirigió a su habitación y encontró una nota en su cama, dictaba lo siguiente: "No importa cuánto lo intentes Tom, siempre serás un demonio del inframundo, así eres sin importar qué- Y" En tan sólo un día, muchas personas le habían dicho que no podía cambiar su naturaleza, ¿a qué va todo esto? Tom empezó a preocuparse. En ese momento, ya se encontraba confundido y muy molesto, lo único que quería era descansar. Se tumbó en la cama y viajó al país de los sueños.

Star vs las fuerzas del mal: Asuntos pendientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora