capítulo; cuatro

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-Listo, ¿puedes escucharme?- el hombre de bata blanca pregunto al pequeño una vez se apartó, el cual veía con asombro al hombre que se encontraba frente a él. -Taehyung ¿puedes escucharme?

-Si... Puedo escucharlo- una gran sonrisa se formó en el rostro del castaño, por primera vez podia escucharlo, al fin conocía la voz de su Doctor y su propia voz, inclúso sus propios sollozos.

Taehyung lloraba en los brazos de su Doctor, y es que para él era inevitable no hacerlo, desde que nació su sentido auditivo era nulo, nunca pudo escuchar a su madre arrullarlo o contarle un cuento para dormir.

-Tú madre debe estar deseosa por verte, no debemos hacerla esperar- el jóven Doctor tomó la mano del pequeño y lo llevó fuera de aquel consultorio.

Taehyung corrió a los brazos de su madre, aferrándose a su cuello. -Te amo, mi pequeño Taehyung- su voz era dulce y melódica al pronunciar aquellas bellas palabras.

-Yo también te amo, mamá, deseaba tanto escuchar tu voz- el pequeño soltaba pequeños sollozos en el cuello de su madre, su felicidad le impedía controlar sus emociones, solo quería escuchar aquella voz que una mañana de verano, conoció al fin.

-Tae no llores, a Jungkook no le gustaría verte así, él quiere que sonrías al escuchar su voz- Eun Bi limpiaba las lágrimas de su pequeño hijo.

-Mamá, quiero ver a Jungkook, quiero escucharlo, quiero conocer su voz- Eun Bi sonrió al escuchar las palabras de su hijo.

Taehyung caminó junto a su madre, sujentando su mano y admirando el mundo de sonidos que había a su alrededor. Un mundo muy grande para alguién tan pequeño, que sin embargo, estaba dispuesto a escucharlo.

「 ♡ 」

El pelinegro corrió escalera abajo al escuchar a su madre llamarlo, había esperado semanas por que ese día llegará, semanas en las que junto a su madre, ayudaron a Eun Bi a juntar el dinero suficiente para comprar el apartó auditivo de Taehyung, incluso vendió algunos de sus juguetes y trabajó vendiendo limonada frente a su casa, todo con tal de hacer felíz a Taehyung.

El pelinegro llegó en cuestión de segundos a la sala, sonriendo al ver a Taehyung, no dudo en lanzarse sobre el y abrazarlo, quería demostrarle lo felíz que estaba por él.

-¡Taehyung! ¿Ya puedes escuchar? ¿Me escuchas?- Jungkook sujeto al castaño por los hombros.

-Por supuesto que te escucho, y todo gracias a esto que esta en mi oreja- el castaño hizo a un lado su cabello, dejando ver el aparato que ahora se encontraba ahí.

-Tae, puedes escuchar... puedes escucharme- las lágrimas comenzaron a deslizarse por el rostro de Jungkook, el que Taehyung escuchará le hacia ilusión de mil formas, podría decirle cuanto lo quiere, podría mostrarle los sonidos que lo rodean, pero sobre todo, ya no volverían a llamarlo raro.

-Kookie no llores, debes estar felíz porque ya escucho- Taehyung limpió sus lágrimas antes de separarse y tomar una pequeña caja en sus manos. -Mamá me dijo que ayudaste a comprar mi aparato auditivo, no es el juguete que querias pero lo compré yo mismo para ti.

Jungkook abrió la pequeña caja que Taehyung le había entregado, en su interior un peluche de conejo esperaba por él, un tierno conejo rosado con colita esponjosa y en forma de corazón. Jungkook sonrió al ver al tierno conejo, no era el juguete que el queria, pero era mucho mejor, era el peluche que Taehyung compró especialmente para él.

Dos pequeños jugaban en el jardín, corrían y reían juntos, uniéndose cada día un poco más, convirtiéndose en parte importante del otro, floreciendo en sus pechos un tierno e inocente amor, un sentimiento desconocido que sin embargo, inundaba sus corazones día a día.

「 ✧ 」
Fué un capítulo más corto de lo normal, pero mi pequeño TaeTae ya escucha la vocecita preciosa de Jungkook :')

Y si, el peluche de conejito era
Cooky, besos 💕

⌗Different慰⨾ kooktae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora