¤clanes malditosΩ

hasta pronto

Tsunade: que ha sucedido? (Pregunto aterrada)

Pregunto después de ver a su esposo lleno de sangre, el bosque estaba cubierto por un manto de neblina, tan espesa y obscura, las cosas habían cambiado, la sangre había sido derramada, una vida nueva no tardaba en nacer y su esposo había ascendido a rey

Jiraya: tienes que huir de aquí, tu y mi princesa deben de salvarse (dijo serio y sin mirarla)

Tsunade: jiraya rompí fuente ase una hora, no tardaré en dar a luz, tienes que estar conmigo (el entristecido, pero debía de ocultar a su amor) mirame, dime donde está tu padre! (Exigió)

Jiraya: el está muerto (la miro, el tenía la vista perdida en el acontecimiento marcado en su mente) y tu no morirás, el clan Namikaze nos ha traicionado (dijo con rabia y molestia) el rey Namikaze mató a mi padre, la alianza está rota y mi reino  lo sabe

Tsunade: es imposible (dijo ocultando la contracción que sintieron en ese momento tapándose el rostro) ellos eran tus amigos y los míos, debe de a ver una explicación

Jiraya: no la hay, como tampoco tiempo, ven a mi violeta (llamo al Fénix quien apareció en menos de un minuto) cuidaras de tu reina en el mundo humano, te daré un cuerpo para que pases desapercibida, no podrás transformarte hasta que regreses a tu hogar pero poseras de tu poder infinito, enseñarás a mi hija a controlar su poder que heredará de mi y de su parte humana, harás de ella una guerrera aún que no lo sepa, pero sobre todo cuidadoras de mi dos grandes tesoros, violeta de ahora en adelante serás llamada shizume, serás doncella de tu reina (tsunade callo y vio como el ave tan hermosa aceptaba y cambiaba de forma ala vez, un cuerpo de mujer esbelto y alto apareció frente a ellos, en ella su vestimenta fue apareciendo un vestido negro largo, con delantal blanco que era idéntico a los trajes de las servidumbres humanas)

Shizume: lo que usted ordene mi rey (hizo una reverencia), mis más sincero pésame

Tsunade: no puedo irme sin ti amor (dijo con lágrimas en las mejillas) no puedo dejar mi hogar

Jiraya: ya lo hemos hecho (la rubia miro su alrededor, de pronto ella estaba acostada en una cama, traía puesta una bata de color amarilla, shizume estaba sentada en un sillón negro de una persona y jiraya estaba justo alado de ella, era la habitación de un hospital, pero no sabía que lugar era ese, pues el color de la bata no pertenecía al hospital que dirigía su padre)

Tsunade: donde estamos? (Dijo desconcertada)

Jiraya: muy lejos, para ser precisos del otro lado del mundo, en Grecia propiedad del clan más puro de todos, nadie te reconocerá, su presencia será oculta, tu unión con la mía será sellada asta volvernos a ver, serás una simple doctora, a tu lado estará A quien prometió protegerte cuando no estuviera con tigo, el se ara pasar por tu esposo (decía serio y triste)

Tsunade: noo! Acaso no entiendes que quiero estar contigo en las buenas y en las malas?! Soy tu mujer tu reina, no puedes abandonarme!! (Decía con lágrimas en los ojos)

Jiraya: no te abandonare, pero debo de ocultarse para protegerte, te amo tanto que moriría si algo les pasara (trataba de soportar el dolor que sentía) Perdóname si te estoy lastimado

Tsunade: lo haces, pero entiendo (secaba sus lágrimas) quiero que te quedes a mi lado y conozcas a nuestra hija, puedes esperar entonces? Dame tan siquiera eso

Jiraya: lo are, también quiero cocinar a mi primogénita

Las horas pasaron y la rubia comenzó con los dolores más fuerte, trataba de estar tranquila, pero era inevitable, sabia que el se alejaría de ella, que pasarían años para volverse a ver, si es que todo salía bien, dos horas más y el nacimiento de la hermosa princesa estaba sucediendo, tsunade fue atendida por una médico amable, las enfermeras la trataban tan bien, no hubo queja por parte de nadie, miro a su esposo a su lado dándole apoyo, aún que intentará ocultarlo el tenía miedo ella lo sabía, un poco más de fuerza, un grito desgarrador y un llanto tan fuerte y vivido, dio un significado nuevo para el rey, su hija había nacido...