Tan Solo Un Poco De Magia

Berrinche

- Jack Frost, existes- mientras sostenía mi mano contra su mejilla

- Te lo dije- Sonrió. En verdad es muy guapo. Sentí mi cara arder, seguramente estaba roja como un tomate y no de la manera linda que muestran los mangas, sino como un verdadero y rojo tomate. Fue cuando caí en cuenta en mi situación, estaba en ropa interior delante de un chico, y todo lo que me acomplejaba estaba en evidencia, lo mire con pánico- Que sucede?- me miro extrañado hasta que bajo su mirada- OK, Ya entiendo- vi un leve color en sus mejillas, y salio de la habitación.

- Jebus, ayúdame- me derretí en el piso tratando de calmar mi corazón y poder bajar los colores de mi cara.

Ya una vez bañada y vestida me dirigí hacia la sala de estar y lo vi de nuevo, estaba sentado jugando con Toby.

- Veo que aun sigues acá- dije tratando de no sonar avergonzada.

- Y yo veo que estas vestida- dijo con cara burlesca. Idiota.

- Dime Jack, que ganabas con hacer que crea en ti- pregunte extrañada- digo he visto la película, leído los cuentos pero no entiendo que ganas tu con todo esto, yo ya no soy una niña.

- La verdad no lo se, creo que fue una especie de reto, es decir es muy difícil encontrar un niño que crea en mi y mas aun a un adulto que lo haga.

- Ya veo, es para elevarte el ego- Me sentí un poco molesta- me tengo que ir, adiós.

- Espera, ¿ a donde vas?- se levanto de golpe.

- Tengo cosas que hacer Frost y si no me equivoco tu también, digo la nieve no llega sola al parecer- lo mire de pie era muy alto, me pasaba por una cabeza, doy media vuelta para ir hacia la puerta y veo que esta congelada.

- ¿Cuantos años se supone que tienes?- dije molesta

- Mas de 300 años pero morí cuando tenia 17 así que esa edad aparento- Dijo sonriente

- Ya veo- sonreí maliciosa- yo tengo 20 así que me debes respeto niño- dije tocando su pecho con el indice- descogela la puerta ahora.

- Sueña, que parte de mas de 300 años no se entendió, la única niña acá eres tu- sonrió triunfante.

- Pero la dueña de esta casa soy yo- En verdad es arrendada pero el no debe saber eso- Así que sal de aquí y ve a hacer tu trabajo.

- No voy a ninguna parte- Se sentó como forma de protesta. Es un niño.

- Escucha Jack- Me agache como cuando le hablas a un niño pequeño- si quieres te quedas, pero yo me tengo que ir, así que por favor abre la puerta.

- ¿Que es tan importante que tienes que ir?, seguro no es tan divertido como los planes que tengo para hoy y eso te incluye- Ya se me estaba haciendo tarde, Drake ya debe estar en la cafetería.

- Tengo que juntarme con un amigo- sentí mis mejillas arder. Diablos sus ojos son demasiado hermosos.

- ¿Es tu novio?- me miro con diversión- debe tener muy mal gusto, el pobre saldrá corriendo si te ve dormir- y tenia que arruinar el momento con su bocota.

- Idiota- susurre- Tan solo descongela la puerta ¿si?- Trate de poner la mejor sonrisa que pude.

- NO-

-Ya me canse- me tire encima tratando de golpearlo, pero el estaba demasiado entretenido tratando de esquivarme, creo que la única que peleaba era yo, hasta que termine agotada aun lado de el, con la respiración entrecortada.

- ¿Qué paso? ¿Acaso ya te agotaste?- Me miro con burla- Entonces es mi turno- de pronto lo tenia encima mio separándome las piernas y con las manos afirmando mis muñecas arriba de mi cabeza y vi que acercaba su rostro al mio...