Así pasaron los días, Jack iba todos los días a verme aunque fuera por poco tiempo, al parecer le gustaba Harry Potter, ya que apenas llegaba se instalaba en el sillón y si no era noche de cine buscaba alguna travesura para hacer, conversábamos un rato de los niños, de mis estudios, hasta que llego el día viernes cuando vimos Las reliquias de la muerte parte 1.
- ¡Que! ¿Por qué tuvo que morir Doby?- me dijo horrorizado
- Siii, yo me sentí igual la primera vez que la vi, pero tranquilo- trate de tranquilizarlo- el domingo es el final de nuestra maratón-
- ¿Cuál veremos cuando termine Harry Potter?- Me sorprendí, no esperaba que quisiera pasar mas tiempo conmigo- ¿ o estarás ocupada?- dijo un poco cabizbajo.
- No para nada es solo que pensé que ya no vendrías tan seguido, es decir tu trabajo y yo te obligue a ver harry conmigo prácticamente-
- Primero Nadie ni si quiera los guardianes me obligan a nada- ¿Guardianes? - y segundo somos amigos no veo por qué dejar de venir a verte- Dándome una hermosa sonrisa que hizo que me sintiera feliz- bueno ya me tengo que ir, nos vemos mañana- me acerque y le di un beso en la mejilla vi que se ruborizo un poco aún no se acostumbra al hecho que acá saludamos así.
A la mañana siguiente llego justo cuando preparaba mi preciado cereal con leche.
- ¿Que te trae tan temprano a mi humilde morada hurón?- me miro un poco molesto ya que no le gustaba que lo comprara con Draco Malfoy- ajaja es broma, pero dime ¿qué haces acá tan temprano?
- Hoy saldremos- lo mire extrañada- No te asustes es una sorpresa pero yo que tú no comería hasta estar allá-
- Oh, está bien- deje la caja donde estaba y fui donde Jack- Entonces estoy lista.
-Ok, mira esto- saco una esfera de cristal, la tiro el piso y se abrió una especie de portal- Sígueme- dijo con cara sonriente.
Vi como entraba al portar así que lo seguí, la verdad es que me tomo de la manga de mi suéter y me jalo. Al momento de entrar vi muchos juguetes por todas partes, era una especie de juguetería gigante- Wow, es hermoso, ¿Dónde estamos Jack?- lo mire maravillada
- Bienvenida al Polo Norte- Nunca había escuchado esa juguetería, pero es hermosa- Hey Norte, Canguro ella es Charlotte la amiga de la que les hable- Lo mire extrañada, no había nadie hacia donde el miraba.
- Jack, ahí no hay nadie- Me miro con sorpresa- Acaso ¿hay alguien ahí?
- Charly ¿No crees en Santa Claus o el Conejo de pascua? ¿Por qué?- ¿Santa?
- Lo hacia pero cuando era pequeña- Jack me miro y luego miro a la nada como si le estuvieran diciendo algo.
- Norte dice que de un momento a otro dejaste de creer y en Conejo igual. ¿Qué paso Charly?-
- No es un tema que me guste hablar- mire hacia el piso- mejor nos vamos-
- Pero crees en mi Charly- lo mire atenta- yo debería ser el último en el que pudieras creer- Se acercó a mí y tomo mi mano- ¿por qué?
- No me mal entiendas amo esas fiestas-
- Pero solo tenías 4 años cuando dejaste de creer- Me miro extrañado- Tan solo cuéntame que sucedió.
- Escucha no es nada grave, solo me topé con los niños equivocados- Era un tema que no me gustaba ya que causo que me llenara de inseguridades y que no confiara mucho en las personas por muchos años- Mejor me volveré a mi casa, tengo hambre- trate de sonreír - Ahora si pudieras decirme como regreso, seria lindo-
- Escucha Charly estamos en el Polo Norte, debería ser prueba suficiente de que santa existe- dijo un poco impaciente.
- por favor Jack no insistas- lo mire suplicante- tengo trabajos que hacer, tengo que volver-
- No hasta que me expliques- me estaba poniendo nerviosa, así que di media vuelta para encontrar una salida, pero me tomo del brazo y por más que tratara de que me soltara no podía, ya me estaba sintiendo demasiado presionada.
- No me puedes tener acá a la fuerza Jack- Lo mire enojada
- Pruebame, no te dejare ir hasta que me lo digas- dijo tenso.
- ¡Y DE QUE SIRVE! ¡¿QUE GANAS CON TODO ESTO FROST?!- Le grite exaltada
- ¡QUIEN ERA LA QUE SUPLICABA POR UN POCO DE MAGIA EN SU VIDA! ¡DIME! ¡TAN SOLO QUERÍA QUE TE SINTIERAS FELIZ!- me miraba furioso y todo al rededor comenzaba a congelarse.
- ¡Y ¿QUIEN RAYOS TE LO PIDIÓ?!- dije tratando de que no salieran las lágrimas de mis ojos y que mi cuerpo no tiritara- Me quiero ir- dije bajando la voz y agachando la mirada.
- Esta bien como quieras- paso por mi lado sentí que algo cayó- Te puedes ir- Sin decir nada camine lentamente hasta la salida y tan solo escuche como me decía adiós con un tono de rabia.
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Tan Solo Un Poco De Magia
Fiksi PenggemarCharlotte ya no es una niña, cumplió los 20 y ya va a la universidad, sin embargo se siente vacía por lo que desea un poco de magia en su vida. Apareciendo en ella nuestro guardián favorito que cambiara su mundo pero esto significa volver a ver sus...