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Parte 16

¿Ge-gerente? Dije casi atragantándome

Sí. Dijo el nuevo socio con seguridad. Recibimos la carta de recomendación de Jonnah. Prosiguió. Estaríamos agradecidos de que fueses la nueva gerente. Pude imaginarlo sonreír.

Muchas gracias, de verdad no sabe la alegría que siento. Reí y su risa profesional salió a la luz. ¿Puedo saber cuando el bar estará en pie otra vez?. Preugnté.

Espero y tengas energías para la semana que viene. Anunció.

Absoluto sí. Exclamé.

Bueno, señorita Acacia, espero y pase buena noche. Me dijo y yo respondí para luego colgar.

Quedé pasmada con mi teléfono en la mano, con una cara de felicidad y asombro a la vez. ¡Gerente! ¡Iba a ser gerente del bar! Oh, dios, bendice a Jonnah por ayudarme en esto.

Quizás podía hacer más que ser solo una mesera en un bar. Podía empezar a escalar por los niveles y llegar a ser una emprendedora. El simple hecho de que ahora seré gerente despertó un interés en mí.

"¡Por la mierda!" Grité emocionada. Bajé rápidamente por las escaleras, para encontrar a Liss y a Ed comiéndose a besos en el sofá. Salté por detrás de este separándolos. "Dije, ¡por la mierda!" Repetí. Y ambos bufaron con fastidio.

"¡C!" Ed se quejó.

"Cállate, tendrás toda la noche aquí" Le dije y el giró los ojos. "Me acaban de llamar del bar" Informé.

"¿Estás contratada otra vez?" Liss sonrió emocionada sabiendo que la alegría que emanaba era por un sí.

"Mejor... ¡seré gerente!" Sonreí tan fuerte como mis mejillas podían.

"¿Gerente de un bar?" Ed sonó impresionado.

"¡No puede ser!" Liss chilló de emoción. "Gerente de un bar, el bar, el super bar, uno de los mejores bares" Dijo casi como si no entendiera.

"¡Bebidas gratis, joder!" Gritó Ed, y yo lo manoteé.

"Claro que no, idiota" Me reí.

"No puede ser, es grandioso" Volvió a decir Liss. Ella tomó dos rebanadas de pizza y me pasó una a mi. "Brindemos" Alzó su pedazo de pizza. Ed tomó uno y los tres los juntamos.

"Por los veinte dólares la hora que serán fantásticos para sus miserables vidas" Bromeó otra vez Ed y ambas reímos.

"Te puedes ir de aquí, si tan posilga la vez" Encarné y en mordió su pizza.

"No lo creo, en esta posilga siempre tengo diversión" Dijo pícaro.

"Eww, a veces olvido que lo hacen en este sofá" Me levanté apresurada y volví a morder mi pizza.

"Y una vez en tu cama" Remarcó y vi como Liss lo golpeó.

"Espero que eso sea mentira" Alcé una ceja.

"Digamos que sí" Se encogió de hombros.

"¿Y las demás chicas? ¿Consiguieron el empleo de nuevo?" Preguntó Liss y yo pensé un poco.

"Ni idea, para ser honesta" Me encogí de hombros y fui a la cocina para buscar un vaso de soda.

La puerta casi de inmediato sonó y a juzgar por como son ambos, sabía que no la abrirían, asi que tomé impulso para ir. Mordí mi pizza y tiré la cortesa en la caja.

"Tranquilos, yo abro" Dije irónica. Y ellos como usualmente lo hacen, me ignoraron.

Abrí la puerta sin pensarlo dos veces.