Puede que hasta en el lugar menos pensando encuentres el amor.
Eso me paso a mi, Coraline, Soy hija de la Reina de Corazones y me enamoré de Harry Hook
¿Quién lo hubiera imaginado?.
#1 en Descendientes2
Bajé de la limosina, sin muchas ganas, frente a nosotros se extendía un gran castillo, Auradon, noté que había tres personas que habían venido a recibirnos, una mujer regordeta, su atuendo no era mas que un vestido azul con un lazo rosa y su cabello estaba pulcramente peinado con un rodete, sonrió amable, a su lado había una pareja supuse que eran mis padres. -Britanny?-preguntó mi madre al borde del llanto, fruncí el ceño, que nombre mas tonto, era ese? -mi nombre no es Britanny-dije asqueada-soy Coraline. -sobre eso..-giré topandome con Ben.-la reina de corazones te cambio el nombre,el real es Britanny-explicó -es muy de princesa para mi-dije arrugando la nariz con asco-pero, esta bien, por que supongo que eso es lo que soy... -estas enorme-mi padre sonrió con melancolía, no pude evitar sonreirle -ven, te mostraremos tu cuarto-dijo Ben poniendo una mano en mi espalda para guiarme, entramos al gran castillo y nos dirigimos hacia el lado contrario de donde supuse eran las habitaciones, ya que esta parte era mas sostificada, mas privada, nos paramos frente a unas puertas dobles blancas, Ben las abrió dejandome pasar primero, la habitación era enorme, de un lado había una cama de dos plazas, al pie de ella un baul, un escritorio con computadora, un gran librero, lleno de novelas y cuentos, un espejo de cuerpo completo contra la pared y un televisor pantalla plana, del otro lado había dos puertas, una supuse que era el baño y la otra una especie de closet, las paredes estaban pintadas de color crema y las sabanas de la cama eran blancas con rosas rojas lleno de almohadones con formas a juego. -te gusta?-preguntaron mis padres, ni cuenta me di que habían llegado -es muy de princesa para mi, pero es muy lindo. -te dejaremos para que te acomodes-dijo Ben asenti, mirando la ventana, tenía de fondo a la isla de los perdidos, justo del lado de la bahia, por lo que podía ver como se balanceaban los barcos al son de la brisa y en medio el calavera sobresaliendo por su altitud y explendor, quisera estar ahí con Harry, me di cuenta que tenía una terraza, pero no sali. Caminé hasta la puerta que supuse era el closet y la abrí, estaba lleno de ropa, zapatos, carteras, accesorios en medio había sillones, al final un aparador con espejo y asiento, lleno de maquillaje y joyas. Noté que los únicos colores que predominaban era el blanco, amarillo y azul Francia, también había alguna que otra cosa de color bordo, hice una mueca de asco, mi color era el rojo y aquí no había nada, tendría que acostumbrarme. Salí y me fije que sobre el escritorio había unos cuantos libros y carpetas, husmeé encontrando un libro de historia, lo tomé pero se me cayó, y al agacharme para tomarlo, noté que la pagina en la que había quedado abierto hablaba de el hijo perdido de la princesa Tiana y el príncipe Naveen.No le di importancia por lo que deje el libro en su lugar. Decidí desempacar, cuando abrí la maleta, me encontré de frente con la foto que Harry y yo nos habiamos sacado, la sujete apreciandola unos minutos para luego ponerla en la mesita de luz, cuando terminé de acomodar mis cosas, me tiré en la cama quedandome dormida al instante. -hey Cora!-sentí que me movían-despierta!-abrí los ojos, encontrandome con Ben -que haces aquí?-pregunté a la vez que me sentaba -uh... vine a decirte que en unas horas hay una fiesta de bienvenida para ti-explicó-y pues, ahí esta tu vestido, pontelo por favor. Mire hacia la puerta del closet, arrugué mi nariz al ver el vestido amarillo que se encontraba colgado -ni loca me pongo eso!-dije con horror-, primero es muy de princesa y segundo ese no es mi color. -Cora, por favor, solo por hoy-suplicó -esta bien-dije con fastidio-a que hora es la bienvenida? -a las ocho-respondió con una sonrisa -bien, eso me da dos horas para arreglarme, veré que puedo hacer. -en ese caso te dejaré tranquila-dijo para luego salir.
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Me miré en el espejo cuando estuve lista, no me gusta el vestido ni mucho menos el color, pero no tenía otra opción, había recogido mi cabello en una cola alta y tirante, apenas me maquille y por último agregué accesorios. Salí, miré hacia ambos lados, no sabía donde estaba el salón, me encogí de hombros y decidí ir por el lado derecho, en las paredes habian retratos de todos los reyes con sus respectivos hijos, de repente vi una que llamó mi atención, era la princesa Tiana y el príncipe Naveen con un niño de unos seis años, extrañente se me hacia familiar,me encogí de hombros y segui en busca del salón -te perdiste, nena?-preguntó un hombre, lo supe por su voz, giré y noté que era un rubio con el pelo ondulado, ojos azules y pinta de egocéntrico -si, pero no necesito tu ayuda-respondí seca-y por cierto no me llames así! Me volteé para seguir mi camino, luego de unas cuantas vueltas encontré el salón, justo antes de entrar Ben me detiene -entraras por otro lado-explicó, guiandome hacia otra puerta del otro lado
