Capítulo 2

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CAPÍTULO 2


BOSTON, MASSACHUSETTS


Jueves 10 de Septiembre 2015.


"Amm...Soy yo" dije al levantarme temblorosa, ese hombre me regaló una dulce sonrisa, de esas que solo dan las personas que son relajadas y muy calmadas, di los pasos faltantes para entrar al consultorio y me resultó sumamente interesante, tres paredes en blanco perlado y una en azul oscuro cubierta por fotografías antiguas.


Me quedé absorta mirando esos momentos capturados en la pared, eran actores y cantantes de la época dorada "Ahhh madame Sutherland" dije al ver un raro close up de su rostro mostrando las arrugas bajo sus ojos "Ir a una de sus últimas clases me cambió la vida" dije sin tan siquiera pensarlo y al girarme él estaba sonriendo


"Eres la primera persona en todos los años que tengo ese mural que lo mira con tanta admiración y reconoce a Joan" me dijo divertido y no pude evitar sonreír "Puedes sentarte o acostarte, como te sientas más cómoda" había algo en el tono cálido de su voz que me tranquilizaba, me senté en el espacioso sofá de cuero negro y él en el sillón frente a mí.


"Mi amiga Tracy dice que necesito alguien que me escuche" volvió a mirarme, claramente interesado en lo que acabo de decir


"¿Y tú qué crees? ¿Necesitas que te escuchen, Olivia?" su manera de pronunciar mi nombre me hace sonreír


"Sí..."hice una pausa "Bueno, no lo sé ¿Qué se supone debo decirle a un psiquiatra?"


"Esta es una zona neutral, Olivia. Puedes decir lo que quieras"


"¿Lo que yo quiera?" la premisa me parece incitante y me pone nerviosa, me cuesta entrar en confianza con las personas pero el Dr.Izambard me inspira tranquilidad, tal vez si pueda hablar con cierta libertad


"Sí, lo que quieras" me dijo con su voz tranquila que invitaba a escucharle


"He perdido toda mi autoestima y el respeto por mi misma, me siento muy triste al respecto" las palabras se deslizaron de mi boca con demasiada facilidad o tal vez era este sentimiento atragantado en el pecho


"¿Por qué dices has perdido el autoestima y el respeto?" lo vi cerrar la libreta que sostenía en sus piernas e inclinarse hacia mí. Me estaba dando su máxima atención ¡Vaya!


"Estoy casada desde hace 15 años, lo conocí muy joven y me enamoré, tengo dos hijos, Natalia de 13 y hace 9 años tuve a mi hijo Leny, fue unembarazo complicado, quedé sufriendo de la tiroides, gané mucho peso como podrá ver y ya no me siento una mujer bonita, sin contar con que mi esposo me dice gorda cada vez que puede, quiere controlar todo lo que como y lo que hago, si las cosas no son como él quiere, me insulta y me menosprecia, tanto así, que ya me creo todo lo queme dice, es decir... ¡Míreme!" alcé un poco la voz "Estoy obesa, llena de estrías, mi cabello es seco por mi enfermedad, tengo arrugas, soy horrible..." mi voz se quebró al instante "Y de paso soy una inútil..."


"Tu esposo es un hombre de poder ¿cierto?" yo asentí con las lagrimas a punto de brotar de mis ojos "Es común que los hombres de poder tiendan a hacer menos a sus compañeras para compensar sus propias inseguridades"


"¿Inseguridades? Ya perdí la cuenta de las amantes de mi esposo y cada vez son más jóvenes ¿Cómo puedo competir con eso?"


"No puedes, Olivia. Eres una mujer de 35 años, eres una madre, una dama, basta con solo mirarte para saber eso ¿Por qué querrías competir con niñas de 20 que solo usan su cuerpo para distraer a los hombres y obtener algún beneficio?" ¡Vaya, la convicción de sus palabras me hacía sentir un poquito mejor! Solo un poquito "Dime algo, Olivia"

El Secreto de OliviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora