El Secreto de Olivia

Capitulo 21

CAPÍTULO 21

BOSTON, MASSACHUSETTS

Lunes 25 de Noviembre 2015

Ese lunes me sentía particularmente bien, quería arreglarme ¿Y por qué no? Así lo hice, alisé mi cabello de tal forma que el largo me llegó casi a la cintura. Me gustaba como se veía. El tratamiento de verdad estaba funcionando, mi cabello se veía mucho mejor y más saludable. Elegí un vestido gris de escote redondo y me atreví a ponerme una chaqueta de satén roja con un amarre cruzado, pinté mis labios de un lindo color vino tinto y admiré la imagen en el espejo ¡Vaya! "Eres preciosa, Olivia. Mírate nada más..." me elogié y sonreí. Hacer las paces con la imagen del espejo es un trabajo diario pero ese día estaba contenta con lo que ahí se reflejaba.

Quise salir más temprano, mis hijos no dejaban de alabar como me veía esa mañana, por lo que luego de dejarlos en la escuela tomé un desvío para comprar café, llegué a la oficina a mi hora habitual y esperé intencionalmente que Toni llegara para bajarme del auto, se veía suculento esa mañana ¡Dios! Su traje era color crema con una camisa blanca y sin corbata "Oli... ¡Diablos!" sus ojos oscuros recorrieron mi cuerpo con deseo y algo más "Te ves... ¡Vaya!" sonreí y le entregué el café, sonrió al probarlo

"Muchas gracias, Toni..."

"Me encanta ese cabello tuyo así..." estiró su mano para tocarlo y torció un pequeño mechón en su dedo "Te ves preciosa, Olivia... Hasta pareces salida de una fantasía" me dijo sin miramientos

"¿Una tuya?" me pegué más a su cuerpo y su sonrisa se hizo oscura, provocativa

"Definitivamente una mía..." tensó el mechón en sus dedos y sentí mis pechos apretarse "¿Todos los colores que llevas hacen juego?" sonreí con esa pregunta

"Hacen juego con la chaqueta..." vi como tomó aire, la energía entre nosotros era intensa y peligrosamente divertida

"¡Cristo, mujer! En serio que..." sacudió la cabeza y dio un violento sorbo a su café "Mejor subamos..." puso su mano en mi espalda y así entramos al elevador

"Este fin de semana si van nuestros tragos ¿Verdad?" le di un sorbo a mi café, Toni solo me miraba, consumiéndome con esos ojos oscuros suyos que provocaban muchas cosas en mí. Se estaba creando esta absurda necesidad de estar más con él, estar a solas me hacía sentir demasiadas cosas y estaba segura que a él también. La tensión estaba ahí, como una fina cuerda que podía romperse en cualquier momento. ¿Quería que se rompiera?

"Sin duda alguna, Olivia, aunque tal vez podamos adelantarlos para después de la ópera..." ¡Uy! Tragué grueso y las puertas del elevador se abrieron en nuestro piso, me guindé de su brazo, no me importaban los clones brujas y enseguida empezamos a trabajar pero era esto de no poder dejar de mirarnos cada tanto

"¿Alguna vez hablaremos del elefante en la habitación, Toni?" me aventuré a decirle, ese día me sentía capaz de todo ¡Estaba jodida!