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De como Namjoon amo tanto a su bebé para dejarlo ser feliz.

    Namjoon recuerda la primera vez que supo de Yoongi.

  Jin decía que Jimin había conseguido un nuevo amigo y que no dejaba hablar de él pero no le hizo caso por semanas, hasta que fue a esa presentación de baile.

   Jimin era la estrella del espectáculo, y no lo dice porque sea su padre, todos le reconocieron ese día por sus movimientos fluidos y hermosos.

  El pequeño acostumbraba a correr a sus brazos mientras decía que era el mejor papi del mundo por ir a verlo.

  Pero esa vez, aunque tuvó los brazos abiertos, no fue con quien corrió, si no unos asientos más a la derecha.

  El niño pálido lo abrazo y recargo su cabeza sobre la cabeza de su cachorro.

  Supo que iba a ser un dolor de cabeza desde ese momento, pues cuando se dio cuenta que les miraba, Min Yoongi sonrió con burla en sus infantiles rasgos.

  —¡jiminnie! —Jin gritó mientras dejaba su saco en el perchero sin darse cuenta de la esencia de mandarina y menta en el aire.—Jiminnie... ¿por qué está este pantalón en la cocina?

  Recordó el permiso que había autorizado y se culpa por haberlo olvidado. —no es de Jimin... ¡Min Yoongi! —gritaba mientras subía las escaleras a la habitación de su hijo con el pantalon del pálido en sus manos. —¡jimin, abre la puerta!

Pero no hay ruidos que le indique que su hijo está obedeciendo, su corazón empieza a romperse.

  Porque si dos y dos son cuatro, él sabe muy bien que su cachorro ya no es virgen.

  El bebé que sostuvo entre sus brazos, tan pequeño con mejillas rositas y manos que sostuvieron su dedo apenas le vio, ahora le pertenecía a ese estúpido alfa.

  —n-no puedo.

   Recuerda haber hecho un nido con Jin cuando por fin volvió a casa del parto, los cuatro se metieron y estuvieron acurrucados por horas, se prometió que él iba a proteger a su familia de todo lo que pudiera pasarles fuera de sus brazos.

  —jiminnie...¿se adelanto tu celo? —Jin lo hizo un paso para atrás sin recibir respuestas a excepción de un gemido y una nueva ola de menta, hace ademán de abrir la puerta pero Jin niega.—namjoon, baja, vete de acá.

—no está solo, había dos pares de pantalones.

—nam...

—jin, no.

—¿te recuerdo como nació jimin?

—ah... ¡Te voy a asesinar min yoongi!

   Él realmente lo dice por decir, porque no es tan estúpido para hacer algo así e ir a prisión, pero cuando vuelve por la noche y descubre la mordida en la frágil piel de su bebé no puede evitarlo, y menos cuando ese tonto alfa le sonríe con burla porque ha ganado.

  Se ha adueñado de su pequeño mochi.

  Así que su lobo es el que actúa y da ese golpe en la mandíbula haciendo que caiga al suelo, antes de que se convierta en algo más serio Jimin salta pero no para defenderlo.

  Salta por Yoongi, le mira desde el suelo con decepción y algo de miedo.

  Su cachorro le tiene miedo, así que sale corriendo sin importar la hora.

   ¿por qué nadie le dijo que dolería tanto ver como su hijo amaba a otro alfa? ¿por qué nadie le advirtió que sentiría como si el aire no fuera suficiente cuando su bebé quedará embarazado?