¿Tú?, ¿mi padre?, y....¿un baile?

1.5K 84 0
                                    

Mi mirada se clavó en la suya, no lo podía creer, de algún modo, sabía que él era mi padre, esos ojos como los míos, esa expresión de soberbia que compartía con Draco...

-Tú...-Murmuró nervioso.

-Tú...-Resoplé con asco.

Iba a decirme algo, pero era demasiada ira acumulada, levanté el puño y este impactó en su cara, literalmente en su nariz.

Sacó una varita y me apuntó, pero por primera vez había sido más ágil e inteligente.

-¡Expelliarmus!-Grité con las manos temblorosas.

-Te...te arrepentirás de esto...asquerosa bastarda-Farfulló.

-¿Yo?, ¡eres un hijo de puta!, ¡capaz de dejar a tu propia hija abandonada con a penas meses de vida!-Grité golpeándole fuertemente por cada palabra que decía.

-¡Insolente niñata!, ¡como vuelvas a decír algo de eso en público te prometo que entonces el dejarte abandonada será tu mayor regalo!-Susurró cogiendo mi muñeca, de modo tan fuerte que se escuchó un fuerte "clack".

Tras varios segundos sosteniendo su mirada con ira, me dejó caer al suelo, y sin más, se fue de ese lugar.

La cabeza me daba vueltas, el dolor era cada vez más agudo en mi muñeca y escuchaba sonidos a mi entorno...pero con eco.

Escuché una voz familiar, y lo último que sentí fueron unos brazos cogiéndome y levantándome del suelo.

Durante ese tiempo que estuve inconsciente varias imágenes fortuitas vinieron a mi mente.

La primera era de una mujer con una niña en brazos, pasaba por callejones con una túnica con capucha.

Se desapareció como lo habían hecho tantas personas en la escuela.

Y apareció en mi orfanato, en ese callejón oscuro, donde aprendí a pelear, a insultar, a mentír.

Se acercó a la puerta, me dejó sobre el felpudo y por último me apuntó con su varita y habló.

-Obli...-Tragó saliva nerviosa. -Oblivi...no puedo...preciosa, Druella...escucha, mamá te quiere, y te prometo que algún día podré estar a tu lado- Susurró y por último, picó a la puerta y se desapareció.


Me moví un poco tras ese sueño, pero las imágenes seguían viniendo.


La siguiente era de cuando tenía 8 años, mi primer padre, el que supuestamente me iba a cuidar mejor que nadie.

Estaba en su casa de nuevo, de eso me acordaba, yo sólo estaba jugando a cantar con el palo de la fregona, aunque debía estar limpiando, pero era una niña pequeña.

Me di la vuelta y le vi, me cogió fuertemente del pelo, creía que me lo arrancaría, y cuando llegamos a la cocina tiró sobre mi piel aceite caliente, los gritos, la sangre y las lágrimas salían de mi cuerpo al mismo compás.

Por suerte los vecinos me oyeron, entraron y me arrebataron de sus brazos e inmediatamente estaba en el hospital.

Quitar esas marcas no había sido fácil, pero ya no tenía nada, solamente la piel más blanca de lo normal, pero todo mi cuerpo era así, de modo, que no importaba mucho.


De pronto, abrí los ojos, pero estos se conectaron con otros ojos azules, aunque este chico, poseía cabello pelirrojo y pecas encantadoras en sus mejillas.

-Fred...-Susurré tocando mi frente.

-Ey...Taylor...¿estás bien?, Madame Pomfrey dice que tienes la muñeca rota, pero que enseguida se curará-Sonrió levemente.

-¿Tú me trajiste aquí?-Pregunté confusa.

-Si...estabas tirada en el suelo y...-No pudo hablar, pues fue interrumpido por una voz ronca.

-¡Otra vez usted aquí!, ¡siempre igual!, ¡siempre igual!, ¡Weasley, si no está aquí por que se encuentra mal, esta porque sus hermanos o sus amigos están malos o mucho peor, porque ha gastado una de sus bromas a chiquillos inocentes!-Gritó molesta.

-Espera, debe reconocer que aquel chico de 13 años no era de fiar...le habló a mi hermana-Murmuró molesto.

-¡Por Merlín!, ¡solo quería pedirle un pergamino!-Chilló saliendo de ahí.

-Vieja amargada-Susurré de brazos cruzados.

-Desdeluego...bueno, se que te va a sonar raro...pero...verás, hace poco, ha sido el torneo de los magos y...bueno se va a hacer un baile, y si quieres...aunque yo sea un Gryffindor y tú una Slytherin....¿quieres venír conmigo?-preguntó rascándose la nuca.

La princesa de SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora