Capítulo 3

8 1 0
                                    

 Me remuevo una y otra vez en mi cama tengo los ojos cerrados pero sé que no puedo conciliar el sueño, no sabiendo quien se encuentra a tres habitaciones de la mía, al fin decido que todo intento es inútil y abro mis ojos solo para darme cuenta de la oscuridad en la que mi habitación está sumergida, únicamente la luz de ventana logra hacer que visualice un poco de mis pertenencias esparcidas alrededor.

Me incorporo en la cama para quedar sentada y de pronto siento algo en el ambiente algo diferente como una conexión y enseguida sé que se trata de Matías, sé que ha despertado puedo sentirlo, y en ese momento no lo dudo ni un segundo, corro de prisa hacia mi armario para ponerme un ligero suéter de seda junto con mis sandalias.

No sé cuánto tiempo ha pasado pero estoy enfrente de la puerta que me separa de Matías tengo sujetado el picaporte y trato de darme valor para enfrentarlo.

-No seas cobarde Itzel- me digo a mi misma en un intento de animarme y al parecer ha funcionado ya que abro la puerta lentamente.... entonces lo veo, se encuentra sentado en la cama dándome la espalda, en ese momento alcanzo a ver los moretones que marcan la piel de esa zona ya que se encuentra sin camisa desde que las brujas sanadoras lo trataron.

Parece que se percata de mi presencia ya que pone de pie dándose vuelta y es hasta ese momento que noto lo mucho que ha cambiado, creí que jamás lo tendría así de cerca de nuevo, sin embargo sigue siendo él con esos ojos verdes impotentes que me ponen de nervios cuando se posan sobre mí.

He pasado casi un año sin verlo y al parecer mi cuerpo sigue reaccionando a su presencia él parece estar muy sorprendido de verme ya que me mira detalladamente y yo a él, al parecer ha estado ejercitándose ya que puedo notar sus músculos un poco más marcados y firmes de lo que recuerdo, al igual que su creciente barba, su cabello castaño está más que alborotado y es de esperarse por todo lo que ha pasado.

- ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? - me pregunta mientras pone su vista por toda la habitación como si buscara indicio de algo conocido.

- Estas a salvo- no sé qué otra cosa decir, solamente me dedico a contemplarlo.

- ¿Qué pasó? ¿Por qué estás aquí? - ahora cambia su semblante por completo, luce preocupado.

- Debes decirme que recuerdas Matías, es necesario- me acerco solo unos pasos hasta él.

- Recuerdo que salí tarde de casa de unos amigos y estaba en el centro, caminaba por el parque de Santa Ana pero un golpe en la cabeza me derribó y ya todo está confuso.-

Me siento aliviada ante su declaración ya que no tenía idea de nada sobrenatural pero ahora venía lo peor debo inventarme algo, el por qué yo lo encontré y la razón por la que lo traje hasta aquí.

- Yo te encontré tirado en la calle le he llamado a un amigo que te trajo hasta aquí seguramente te quisieron asaltar- no creo una palabra de lo que digo pero espero que lo haga.

- No, fue algo más- dice de la nada y siento como mi corazón empieza a latir más fuerte.

-Me llevaron a un lugar, personas hicieron cosas que....- Ni siquiera puede continuar hablando ya que parece estar recordando todo lo que ha visto y me hace sentir escalofríos pero, ¿Cómo es posible?

- Dijiste que lo tenías confuso- digo esperando una explicación o la verdad es que no sé si quiero escuchar una.

- Es que no entiendo como todo lo que presencié es real - maldición esto no puede ser, le han dejado la memoria intacta, Joimar se encargó de hacer el trabajo perfecto, esto no puede estar pasando.

- ¿Itzel dime cómo es esto posible? – maldición, su mirada se han vuelto una súplica que no puedo contener, busco en mi cabeza una y otra vez las palabras correctas para decir la verdad, entonces empiezo....

WICCEWhere stories live. Discover now