Capítulo 7

8 0 0
                                    

Estoy sentada en la orilla de mi cama, esperando... el tiempo parece haberse alentado cada minuto estoy más nerviosa por saber que está pasando, decido ponerme de pie de caminar de lado a lado por toda mi habitación.

No es hasta que escucho un golpe en la puerta y salto de mi lugar para ir deprisa a abrirla, la imagen de Matías me cubre por completo y me hago a un lado para que pueda pasar.

-¿Qué paso? ¿Qué te dijo Nery?- Creo que mis preguntas lo toman por sorpresa pero él no parece preocupado.

-Al parecer mi información no fue de mucha ayuda, tampoco es como si los hechiceros se sentaran a tomar el té enfrente de mi- se ha sentado a la orilla de la cama y luce un poco cansado, no puedo disimular las ganas que tengo de abrazarlo pero me rehuso a hacerlo.

-Pero mantendrá su palabra ¿verdad?- necesito saber que no lo culparán de nada.

-Dijo que no habría problema, incuso me ofreció quedarme aquí- No parece muy convencido-

-¿Te quedaras? – no sé porque he preguntado eso.

Matías levanta la cabeza y clava sus ojos verdes en mí "esos malditos ojos hermosos"

-Solo por unos días mientras encuentro donde quedarme, necesito poner distancia de todo esto- podría jurar que dentro de mi algo se rompió cuando menciono esas palabras.

De pronto se pone de pie y se acerca a la ventana para apoyarse en el marco de esta .. Solo se limita a observar.

-Nery me dijo que protegería a mi familia, les borrará la memoria esta noche, cada recuerdo que tienen de mi- Podría jurar que se le ha cortado la voz al decirlo pero me encuentro de espaldas a él.

-Los hechiceros podrían acceder a sus pensamientos y fácilmente saber quiénes son tus padres, podrían amenazarte con ellos solo por diversión, como hicieron en tu caso conmigo.- Espero mis palabras puedan aliviar un poco su tristeza.

-Será como si nunca hubiera existido para ellos- Hace una pausa- Pero estarán a salvo, y haría lo que fuera por mi familia- Se ha dado vuelta y puedo notar sus ojos llorosos.

Me acerco y tomo su mano solo porque ya no resisto en verlo así

-Demos un paseo, estar aquí es deprimente- Al menos logré sacarle una sonrisa con mi comentario.

Caminamos el tramo de paseo de Montejo, el día esta soleado y por ser sábado se encuentra con algo de gente local y turismo, hace un rato empezamos a hablar de las cosas que hemos hecho, Matías me habla de su escuela y como lo está pasando.

-No creía eso de que una ingeniería era muy difícil pero definitivamente tenía que vivirlo – su comentario nos hace reír y mientras me platica no volteo a verlo, me limito a mirar mis pasos.

-¿Qué hay de ti? ¿Cuántas cosas me habré perdido de ti? – siento su mirada clavada en mi rostro y sé que me he sonrojado.

Decidimos sentarnos en las mesas de afuera del Starbucks.

-No he hecho la gran cosa, después de la preparatoria creí que podría seguir con mi vida normal, sabía que era una bruja, veía al aquelarre de vez en cuando pero... muchas razones me hicieron quedarme con ellos y hacer que le borraran la memoria a mi familia.- Me mira atentamente mientras a chica del establecimiento nos trae nuestros pedidos.

-¿Cuándo fuimos novios hiciste algo para que yo no me diera cuenta?- su pregunta me saca de balance.

- No, cuando estuvimos juntos me abstuve de los conjuros por completo por lo mismo no quería que te enterara, por eso cuando me preguntaste la primera vez si quería ser tu novia dije que no- ahora bajo la cabeza hacia mi frappé para aliviar la tensión.

- Hasta ahora me entero de la razón de tus rechazos- se ríe y se recarga en el respaldo de la silla.

-Al final te dije que sí, así que creo que valió la pena – su gesto cambia cuando digo esas palabras y no puedo describir la manera en la que se queda observándome.

-Sí, valió la pena –

Creo que se da cuenta de la situación así que baja la cabeza un poco y cambia la conversación.

-¿Qué traes con Alicia?-

-¿Notaste su odio hacia mí? – no es como si ella tratara de disimularlo.

-Creo que nos odia a ambos- dice mientras le da un gran sorbo a su frappé

-Alicia solo hace lo que hace- me limito a decirle eso y es que desde mi llegada al aquelarre hemos estado siempre en discusión.

Al terminar nuestro recorrido en Montejo decidimos ir al centro y para nuestra suerte se están realizando muchas actividades, pasamos el resto del día caminando y mirando todas las actividades de pronto él se detiene y observa a un chico en la calle tocando guitarra y yo lo observo a él, no puedo evitar recordar todas las cosas que hacíamos similares a estas cuando estábamos juntos, cuando al menos todo para él era normal.

WICCEWhere stories live. Discover now