Recuerdo: Al límite de las reglas.

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La calma se respiraba en el lugar, la calma antes de la tormenta de la cuál a las personas les gustaba tanto hablar, días de paz y alegres conversaciones antes de entrar en el infierno que sería su estancia en la fábrica de moneda y timbre, aquella que no dejaba sus mentes ni por un segundo, ni día, ni noche en aquellos días.

-¿Una copa?.-Le pregunwto el mayor, y asintiendo, la muchacha tomó la copa de cristal, alzando la mirada hasta los ojos castaños cuando sintió el roce en su mano, alejándose rápidamente cuando sintió su corazón estremecer ante sus ojos.

-Gracias.-Tomó un sorbo de vino, sin quitarle la mirada de encima, el sonriendole.

-De nada, muñeca.-Le dijo, y pronto cada uno fue por su lado, comenzando a hablar con los demás en la pequeña pausa del profesor, incluso cuando no se podía hablar de uno mismo, no siendo difícil poder hablar de distintos temas, sentados alrededor de la mesa mientras comenzaban a hablar de lo que harían con el dinero, en ese momento Moscu y Denver cantando, antes de que la pelinegra pudiera negarse, el mayor tomando su mano, haciéndola levantarse y bailar con el de un lado a otro, apenas alcanzando a dejar la copa sobre la mesa.

A pesar de sus esfuerzos en contra, se encontró sonriendo y riendo felizmente con ellos mientras bailaba alrededor, cuando Moscu hizo levantarse también a Tokio, dejándola bailar con Denver, quien le aferró mas fuerte por la cintura al cantar, entonces cada uno levantándose para bailar, Samara riendo al tiempo que Denver la hacía moverse de un lado al otro al son de la canción, sin darse cuenta de la molesta mirada sobre ellos, aquella que seguía las manos del de ojos azules sobre la cintura de la muchacha y sus dedos entrelazados, sus cuerpos juntos.

Dando un sorbo a su copa, Berlín se tuvo que resignar a tragarse junto al dulce líquido la rabia que le quemo por dentro al verla en manos de Denver, sin poder saber si le molestaba más que el la tocara, o que ella riera a su lado, y aun así sin poder decir nada, por que después de todo, no tenía ningún derecho sobre la chica de ojos azules, por que no importaba cuanto la quisiera para el, ella no era suya.

Esa noche, y cuando no fue capaz de sacarse de la cabeza el recuerdo de la muchacha, Berlín puso un poco de música en su habitación, una melodía lenta y dulce que llamó la atención, y atrajo la curiosidad de la pelinegra que cruzaba el pasillo, haciéndola detenerse frente a la puerta, empujandola suavemente, encontrandolo ajustando el volumen, de espaldas a ella.

-Esa es una bonita canción...-Murmuró, entonces los ojos castaños encontrando los azules, acercándose un paso.-...Si te gusta la música, ¿Por que te apartaste de todos esta tarde?.

-Acepto que ese tipo de música no es de mi agrado, pero no ha sido por ella.-Respondió Berlín, dejando la música como apenas un murmuro sobre el silencio, uno que solo ellos podían escuchar entre esas cuatro paredes.

-¿Entonces?.

-¿Bailas?.-Preguntó, esta vez estirando una mano hacia ella, sin responder, y ella sonrió tenuemente, tomando su mano e ignorando lo mejor que podía el estremecimiento que le provocaba su toque, y acercandola con rapidez, Berlín le rodeó la cintura ante de que pudiera pensar en alejarse, haciéndola moverse a un ritmo más lento que el de aquella tarde, presionada contra su cuerpo, y demasiado cerca, entonces ella quedando tan sorprendida que no pudo esconder la mirada en sus ojos.

-No respondiste.-Le recordó cerca de su boca, Berlín sonriendole con malicia al ver su mirada nerviosa, tomando su mano, moviéndose a su propio ritmo, sin importar mientras se miraban, entonces Samara tomando una respiración para calmarse, al recordarse las reglas del profesor.

-No me agrada.

-¿Que cosa?.

-La manera en que se te acerca Denver.-Respondió seriamente, y la hizo dar una vuelta, apegandola de vuelta a su cuerpo antes de que pudiera siquiera respirar, entrelazando sus dedos sin dejar de moverse, manteniendola tan cerca de su cuerpo como podía y quería, viéndola esbozar la sombra de una divertida sonrisa.

-¿Celoso?.

-Quizás.-Dejó sus palabras en el aire, esas que parecían hacer mucha gracia a la muchacha mientras negaba con la cabeza, soltandose de su mano y rodeándole el cuello con los brazos, quedando aún más cerca, todavía moviéndose a mitad de la habitación, y de la lenta melodía de la canción que sonaba en sus oídos, dulce y acariciante.

-Esa es una tontería.

-¿Por que?

-Por que cualquier relación va contra las reglas del profesor, y a mi no me gusta Denver...-Respondió, sin quitar la mirada de sus ojos.

-¿Quién entonces?.-Preguntó en un bajo murmuro.

-Yo...-Abrió la boca para responder, dispuesta a decirle la verdad que se esforzaba por esconder, a punto de olvidarse por completo de las reglas, Berlín bajando la mirada hasta sus labios entreabiertos, apunto de besarla cuando en las afueras los pasos acercándose se escucharon con claridad sobre sus respiraciones y la música.

-¿Samara?.-La voz de Tokio la llamó, buscándola por las habitaciones, y con una mueca la muchacha de cabello oscuro se soltó de Berlín, antes de que pudiera alejarse demasiado, el reteniendo su mano, sin dejarla ir, consiguiendo su mirada.

-¿Entonces...?.

-Esa es demasiada información, va contra las reglas, Berlín, y yo no haría nada por romper las reglas del profesor...-Le sonrió al encogerse de hombros, divirtiéndose en jugar con las reglas, soltandose entonces de su mano.-...Supongo que ahora nunca lo sabrás.

Salió de la habitación antes de que Berlín pudiera hacer nada, el sonriendo también cuando la canción se detuvo, tan consciente como ella de lo difícil que seria mantener las distancias durante los próximos meses y mientras estuvieran en ese plan cuando disfrutaban tanto tentarse tanto el uno al otro hasta ese punto, justo ahí, al límite de las reglas.

Por que desde el primer momento en que se vieron, y sin que pudieran evitarlo, habian perdido la cabeza el uno por el otro, y no se darían cuenta del error que cometían al jugar con lo prohibido, hasta que fuera demasiado tarde, y no quedaran más que los destrozados pedazos de sus corazones.

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Pues ahi esta el especial, espero les haya gustado, en serio gracias por leer esta historia, votar, y decir cosas tan lindas sobre ella.

El capitulo siguiente, el ultimo basado en los capitulos de la serie, sera publicado entre hoy o mañana. Eso es todo.

Gracias por leer. :D

Resubida: Pues, lo siento, ciertas partes se borraron, tuve que volver a subirlo asi que ahi esta, reparado, en un rato publico el siguiente capitulo.

Play with fire. [La Casa de Papel].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora