—¡Elaine! —exclamó Luka—, mira, wachate este momo.Él se reía frenéticamente, le mostró el teléfono a su hermana y ella solo frunció el entrecejo, el rubio estaba que se hacía pipí de la risa. Elaine nos miró e hizo una seña con los labios.
"Ésta loco", dijo.
Ren llegó buscando a Azel, quien estaba hablando con entusiasmo al lado de Ezarel mientras éste le explicaba cosas sobre la alquimia. Yo estaba un poco más lejos de todo aquello, sentada como chino frente al cristal, tratando de hacer una corriente de maná para practicar.
Era casi notorio que Elaine y yo no nos llevaríamos por más que forzáramos aquello.
Luka es jodidamente raro, en todo el sentido que puede abarcar la palabra. Ren tuvo que cruzar por el lado de la castaña rojiza para llegar a mi hermano, ésta al instante le clavó el ojo y puso en marcha sus dones de mujer, lo cual —y no exagero— fue completamente estúpido, ya que el hijo de la coneja la rechazo tal cual fuera una bola de basebol y él un bate.
—¡Hey, no! —exclamó Luka para sí—, ¡La señal, se está llendo!
—Luka —dijo Ágata—, deja eso.
—¿Qué clase de artefacto de tortura es este? —preguntó papá quitándole el celular al muchacho.
Sin saber, abrió la cámara. El tío Ezarel trató de quitarle el teléfono.
—¡Wow, somos nosotros! —dijo alegremente—, ¿Tiene un espejo incluido? ¿Para que funciona este botón?
El flash iluminó la cara de papá en pocos segundos. Mamá trataba de evitar reír poniendo su mano en su boca, mientras la tía Ágata lo hacía así, sin filtro. La cara de Luka era todo un poema, entre confusión, risa y un poco de burla admiraba la escena.
—Se llama Selfie —dijo Ezarel.
—¿Ah, sí? —preguntó papá — ¡Pues selfieeee!
El flash salió incontables veces del aparato, mientras él cambiaba de podés y todo junto con Ezarel.
Dios.
Mi familia está loca.
Sentí un escalofrío abarcar toda mi espalda hasta llegar a los bellos de mi nunca. Nadie más lo sintió, me levanté y fui discretamente a mi habitación, nadie se percató.
Desde hace unos años, modificaron el edificio debido a que ya eramos más en la familia; mi cuarto, el de Azel y el de Ren se encuentran en un segundo piso que construyeron para las habitaciones, hay muchos más. No solo esos tres. Es por eso que de mi cuarto sale un balcón.
Subí las escaleras con mucha cautela, demasiada, mi cuarto es el del medio, así que camino con el silencio de un león a punto de atacar, con pasos de cazadora y con la vista bien pendiente de cualquier mínimo movimiento. Materialicé en mi mano un báculo con una bola en la parte de arriba, lo tomé con fuerza y decisión, respiro hondo y exhalo.
1.
2.
...
¡3!
Abrí la puerta de mi habitación rápido y levanté el bastón para golpear a quien se encuentra dentro. Pero en el último segundo, paré el golpe.
Ash, del susto de abrir repentinamente la puerta, tiró mi lámpara, que estaba al lado de mi escritorio, se enredó los pies con el cable y cayó al suelo. Bajé el báculo, entré a mi cuarto y cerré la puerta.
—Primero se toca —dijo un poco enojado.
—Para entrar se pide permiso —ataqué.
—¿Sabes? —preguntó tratando de desenredar el cable de sus pies—, Si no quieres visitas inesperadas, deberías cerrar esa ventana y obedecer a tu padre.
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CANCELADA••• |Eldarya| ••• Entre El Amor y La Guerra (E#3)
FanfictionEl amor es como la guerra: fácil de empezar, difícil de detener. Veil amenaza a Zirel con matar a su hijo y a Nevra, la pareja toma la decisión de criar a su hijo dentro de las puertas de la cede, pero al crecer, viene la rebeldía. Ahí es cuando Kyo...