CANCELADA••• |Eldarya| ••• Entre El Amor y La Guerra (E#3)

Episodio 15

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Kyorel

—Kyo, ven conmigo al bosque, por favor —me pidió Mina—, prometo mostrarte algo increíble.

—Mina, ya viste lo que pasó con Varela cuando nos vio juntos —repliqué rodando los ojos—, no podemos exponernos así, no de nuevo.

—Te prometo que solo iremos un rato —rogó—, si no te gusta, no vuelvo a insistir.

—Mina... —comencé a formular, pero su dedo sobre mis labios me interrumpió.

—Solo será un momento —susurró cerca de mí rostro.

Su arma era la seducción, y a pesar de saberlo, estaba cayendo en sus mentiras.

—Vamos un poco de tiempo, Kyorel.

—Mmmh —pensé—, no quiero ir, pero me estás convenciendo.

Sonrió—: ¿Es un sí?

—Es un no —carraspeé apartando la mirada, si la veía, probablemente le diría que sí.

Me lo suplicó con los ojos, se me acercó e hizo un puchero, justo cuando iba a decirle que aceptaba, alguien —por no decir que era mi papá— me gritó.

— ¡Kyorel! —Sonaba realmente enojado—, ¡Ven aquí en este preciso momento!

— ¡Aquí vamos de nuevo! —murmuré cerrando los ojos con fuerza.

—Te espero en el claro del bosque —se despidió besando mis labios rápido.

— ¡Kyorel, te hablo!

—Ya voy, papá.

Salí detrás de aquellos árboles frondosos, lo vi, estaba que te cagas del susto.

—Que gusto... ¿Verte?

—Sabes que no me ando por las ramas, jovencito —me regañó.

—Bien —dije—, sé por qué viniste.

— ¡Cuán grande es tu cinismo! —Gritó— ¿No pensaste en el peligro que te expusiste a ti y tus hermanos?

— ¡No es para tanto, cálmate, viejo!

—Sabes perfectamente la historia de todo lo que pasamos tu madre y yo por culpa de ese hijo de puta —abrí los ojos, papá nunca había soltado una grosería enfrente de nosotros tres—, sabes todo lo que afrontamos ¡Y aun así ahí vas y haces quién sabe qué con su hija!

—Desde hace más de un año cumplí la mayoría de edad —le recordé—, desde ahí no dependo ni de ti, ni de mamá.

No caigo en cuenta de mis palabras, pero estas me dejan un agrio sabor en el pecho y en la boca. Papá me mira increíblemente dolido y con la mira llena de tristeza.

— ¡No dependo de ustedes! —Grité—, Zirel siempre estaba en misiones, tú también te perdías por varios días... ¿Dónde quedaba yo, eh? La semana completa estaba con ese familiar gatuno ¡En la mayor parte de mi infancia ustedes no están!

— ¡Estábamos construyendo un buen lugar para que vivieras! —Exclamó—, ¡Ambos desvivíamos para que no hubieran peligros rondando y que posiblemente te hirieran!

— ¡Los peligros me importan un carajo! —Levanté la voz y las lágrimas se hicieron presentes—, hubiera preferido una niñez llena de problemas, pero con ustedes a mi lado, que estar solo y tú y mamá casi no me vieran. En cambio, todo el tiempo han estado ahí para Azel e Izaro, jamás han faltado en ningún momento de sus vidas, ¿Y la mía? Que me lleve la mierda, ¿Verdad?