Trio Norteamericano!-Hetalia

¿Donde esta Alemania?

[México, Canadá y EEUU Un Día Despues]

—Te apuesto Texas a que Alemania ganará mañana — Estados Unidos le miro triunfante.

—No cantes victoria gringo. Sí así estamos acepto — Lo miro desafiante.

—¡Pero tienes que apostar algo tú también! — Él americano gritó.

—Mmm, dejame pensarlo — Sonrió — Sí mi selección no gana, te dejare hacer todo lo que quieras conmigo por un mes. Y, sí, todo lo que tú quieras.

América penso. Todo lo que el quiera, ¿Eso significaría que podría...?

—¡Acepto!

Canadá solo los miro con pena, esto terminaría mal.

[México en el partido, sentado en las gradas junto a América].

—Ya va el primer gol, en el primer tiempo. Alemania esta dormido Al, ¿Algunas palabras antes de darme a Texas? — Dio una gran sonrisa adornada de unos bellos hoyuelos.

Alfred se sentía intimidado, él mexicano era tan hermoso, pero a la vez tan castrante.

— Ahahaha, Mexico no sueñes, Alemania se esta preparando —Volteó con Alemania y este se encontraba sudando y casi llorando. Todo estaba en manos de aquel rubio de ojos azules.

Segundo tiempo.

—Go Germany! Go! — Grito Alfred 13 min antes de que acabara el partido.

México solo se reía de sus expresiones.

                                                            3min de tiempo.

Alfred se encontraba rezando, desesperado viendo como el mexicano se reía de él.

—¿Ya te rendiste? —Pregunto el mexicano.

Gracias al orgullo que se traía encima —No.

Y así fue como...

10 seg.

—10,9,8,7,6,5,4,3,2,1 ¡VIVA MÉXICO! —Grito él moreno.

Alfred se quedo aturdido tratando de asimilar su situación.

México grito a todos pulmón, había ganado.

Él moreno volteó a ver al Americano y se río de nuevo.

—¿Y Texas?

Alfred lloró.

—Gringo tonto. Pero ya qué, mi linda Texas estara comoda conmigo.

Alfred lloró más y él mexicano río por dentro.

Se acerco a él y le abrazo.

—Solo no lo vuelvas a hacer, ¿Aparte para que quiero a Texas sí te tengo a ti? Gringo estupido.

Y ahí se encontraban dandose mimos entre ellos toda la tarde. Alfred jamás volvería a apostar, de algo le había quedado claro y era que México cuando se proponía las cosas, las hacía, hasta conseguir lo que quería.

Ganamos gente, estoy tan feliz y no me la puedo creer, ¡Pero va! ¿Es México no?.