— Claro... no hay problema en que vayas, Eli —respondió su padre con una sonrisa forzada, era obvio que pronunciar aquellas palabras le había costado esfuerzo. Y a juzgar por su mirada, temía haberlas dicho, sin estar seguro de si estaba haciendo lo correcto o no.
— ¿Qué? —dijo ella, sin aún comprender del todo. En definitiva, esa respuesta no estaba dentro de sus posibilidades.
— Que puedes ir tranquila, creo que... ya es momento de que sigamos con nuestras vidas..., ¿no te parece? —dijo con la voz contenida. No deseaba que su hija lo viera en aquel estado vulnerable, por más que este fuera constante y tuviera que esconderlo cada día.
Aunque... tal vez ya era hora de liberarse y compartir su sentir, después de todo, no era el único que había perdido a alguien. Ni tampoco el único que no podía extrañar a ese alguien.
Sintiendo como los ojos le empezaban a escocer, la joven se aproximó y rodeó el cuerpo del hombre con fuerza, queriendo transmitir en ese abrazo todo lo que no era capaz de expresar. Ambos se tenían el uno al otro, y debían saber que estaban juntos, que no estaban solos.
Su padre, algo sorprendido por el gesto que no sucedía a menudo desde hacía un tiempo atrás, se agachó para quedar a la misma altura y fortalecer el abrazo.
De a poco, la neblina que no los dejaba ver a su alrededor se disipó, logrando que los dos sean capaces de notar lo perdidos que habían estado todo ese tiempo. Que no pudieran ver cómo las horas, días y meses transcurrían sin ellos ser partícipes de ellos.
Ya era tiempo de que, como había dicho su padre, intentaran avanzar, aunque les costara hacerlo y no quieran. Debían hacerlo. Por ella. Porque odiaría ver cómo se estancan.
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Había una vez [#Wattys2018]
Short StoryHabía una vez... una historia. Una historia en donde la imaginación es puesta a prueba. Donde los caballeros de brillante armadura y las princesas guerreras existen en la realidad y habitan en los cuerpos de unos niños llenos de valentía y coraje p...