Connor caminaba detrás del teniente, resaltando cada motivo por el cual no debía fumar, tomar o ingerir alimentos poco saludables—De algo me tengo que... —el mayor no alcanzó a terminar su frase cuando el androide la completo.
—Morir—la palabra viniendo de Connor era extraña y tan solitaria que hacía sentir culpable al teniente. Inconforme con la respuesta mientras fruncia ligeramente el entrecejo, era un gesto bastante humano—No comprende la magnitud de lo que conlleva la mala alimentación—agregó evidentemente molestó, más por la preocupación. Cuando a veces él teniente no comía adecuadamente, o sólo tomaba de ese horrible y nada saludable café en todo el día, o como cuando llegaba a la casa ebrio hasta la punta de cada cabello o las veces que había tenido que ir a buscarlo al Bar ignorando el viejo letrero que le recordaba que no se permitían androides porque Hank está inconsciente y tenía que llevarlo a como pudiera, aguantando sus quejas.
De vez en cuando le hacía elogios parecidos a un insulto, eso le parecía divertido e interesante; pero la situación no ameritaba risas—No empieces a joder tan temprano—se detuvo abruptamente y observó a Connor.
—Yo me pre...- —calló de inmediato al observar la ceja alzada de Hank, más cuando él androide trataba de no delatar sus sentimientos, aún trataba de asimilar que era un divergente.
—Te preocupa—-agregó pensativo el mayor. Justo como un humano, Hank no pudo evitar pensarlo, Connor tenía emociones, aunque era de plástico; cada día aprendía algo nuevo del androide.
—Sí, teniente—admitió apartando la vista, aún no sabía porque padecía cortos circuitos cuando él teniente estaba cerca, o tal vez si sabía debido a sus investigaciones, pero aún no estaba listo para aceptarlo.
—Bueno... —Hank se rasco la nuca—¿Qué sugieres que coma? —interrogó sintiendo un poco de culpa, parecía que el androide sobrepasaba sus límites solo para mantenerlo complacido.
—Puedo cocinar para usted está tarde—respondió inmediatamente con una sonrisa entusiasta adornando su perfecto rostro, el teniente podía jurar que casi irradiaba luz propia, por lo que entre cerro los ojos.
—De acuerdo—suspiro, sólo esperaba que a Connor no se le ocurriera preparar ensalada, porque golpearía al androide con las lechugas. Reprimió una carcajada de solo imaginarse cacheteando al androide con las hierbas.
Connor observó al teniente y reprimió su propia sonrisa al verlo feliz—Me informan sobre un homicidio—informó el androide al teniente cambiando de tema drásticamente—Un androide fallecido en un aparcamiento en el 458 de West Lafayette Blvd—agregó con una notable ansiedad en la voz, desde la revolución los casos de homicidios de androides habían aumentado.
—Vamos...—respondió simplemente observando a Connor de reojo, le preocupaba la repentina ansiedad que padecía, antes siempre se encontraba bajo control, al margen de la situación.
....
—Hank, es el cuarto en la semana; —le informó uno de los detectives en la escena—lo torturaron, hay señales de abuso sexual y luego lo asesinaron—aunque a el oficial no le agradaban los androides en sus ojos se podía apreciar lo aberrante que le parecía el acto.
—Gracias por el informe, Chris—respondió el teniente, busco a Connor con la mirada; ubicándolo a un lado de los restos, analizando quien sabe qué cosa asquerosa. Hizo una mueca al ver como la lengua sintética le daba la bienvenida a sus dedos cubiertos de thirium.
—Teniente, el androide era un modelo CX100, originalmente era un traci. Trabajaba en un estudio de danza, lleva al menos 12 horas muerto; tiene múltiples heridas y hemorragias en los biocomponentes. Falleció por la pérdida de Thirium, además abusaron sexualmente de él. Las muestras indican que el asesino es Samuel Michael, con antecedentes penales por los siguientes cargos: violencia, posesión de armas de fuego sin permiso y por poseer drogas. He encontrado su ADN en el orificio anal del androide, así como sus huellas en el arma homicida y en el cuerpo de la víctima—dijo sin hacer una sola pausa y ahí estaba nuevamente, un caso complicado resuelto el 5 minutos.
