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Las cuatro de la mañana y no nos podría importar menos, él hace caras graciosas mientras yo me pongo diva luciendo sus lentes para nuestra foto de la noche en Instagram. Hemos subido muchas fotos hoy, hicimos muchas cosas juntos y por primera vez sin estar ebrios.

Desayunamos en un cómodo restaurante y cada uno subió una foto del desayuno desde su lado de la mesa, como en esa foto de Wigetta pero esto, esto es real porque nuestras manos se entrelazan a un lado de la toma.

Después anduvimos por un mercado local, él me compró un anillo plateado cuando desapareció un momento y yo casi me he echado a llorar cuando se arrodilló y me pidió “¿Querrías usar este anillo para recordar que te amo?”.

Es malditamente cursi ¿Y lo peor? Que a su lado yo también, he aceptado por supuesto y después anduve por medio mercado buscando algo que comprarle, él dijo que no necesitaba nada para recordarle que lo amo, que le basta cuando se lo digo, he soltado un suspiro enamorado y dicho que no era por eso.

Finalmente encontré lo que buscaba cuando compre dijes de pareja y le puse uno al cuello, un ancla con mi nombre, yo llevaría una con su nombre.

De nuevo cada uno ha subido fotos.

Después nos sentamos en un parque y un hombre vendiendo helado ganó su atención, me preguntó si comía helado, lo he golpeado en el brazo ¿Que clase de horrible ser humano no come helado? Se ha quejado y dramatizado y al final le he comprado un helado para que me perdone, se ha reído y me ha besado.

Nos tendimos en el césped, nos tomamos fotos así, con su cámara profesional, fotos para nosotros.

Más tarde fuimos al cine...hacía mucho tiempo que no iba, pensé que sería difícil pero apenas iba a sugerir una película él lo hizo primero...así descubrimos que nos gustan las películas de acción, salió de ahí con mi mano entre la suya y no me ha soltado hasta que entramos a un restaurante para la comida.

Comimos, sin fotografías, él miraba el partido en la televisión con poco interés, no era su equipo, le tome una fotografía y la subí a Instagram “ojalá me mirara a mi” apenas le llegó la notificación me empezó a mirar como subnormal directo a los ojos, me puse rojo, azul, morado y desee meter la cara bajo la mesa, no soportaba su mirada tan intensa sin querer besarlo, le he tomado otra foto.

“Es más de lo que puedo manejar… cancelen la misión” comenté y para cuando terminé él ya había subido una mía en que me reía con el rostro todo rojo.

“Apuesto a que no pensaron que pudiera poner esa cara, yo sigo asombrado”

Me puse más rojo y él tomó otra fotografía.

Fuimos a su habitación de hotel para cambiarnos y ducharnos antes de ir al segundo día del “concierto” yo no quería ir, no me gusta la electrónica, pero él se veía motivado así que acepte, me puse otra camiseta suya, incluso sus calcetines y se rió de mí cuando me vio con sus calzoncillos, tuve que huir de él y su cámara profesional cuando deseo tomar otra fotografía.

Finalmente nos miré en el espejo y éramos… tan increíblemente guapos, tan felices, tan… él era mi novio perfecto.

Fuimos allá con su cámara y grabamos para su canal, si había alguien más ahí no nos importó, eramos los dos compartiendo una cerveza y bailando, me sentía ridículo, no suelo bailar estando sobrio y menos música electrónica pero él me hacía sentir tan feliz… ¿a quien demonios le importa de todas maneras si bailo bien?

Él estaba entre mis brazos, feliz, sonriendo, me encanta verlo feliz, me encanta abrazarlo, me encanta porque es real… y ahí, en medio de toda la gente, el ruido y el caos… me doy cuenta de lo que lo amo en verdad, de lo bien que la pasó con él y de que lo quiero en mi vida para el resto de mis días. Me asusta y me maravilla a la vez.

Lo abrazo con fuerza sin dejarlo entender pero me abraza también y comprendo que él jamás me haría daño a propósito…

Y luego vamos a mi casa tras recoger sus cosas en su habitación de hotel, se acomoda en mi pecho y yo lo abrazo por los hombros, tengo puesta una sudadera suya y él parece exhausto, yo lo dejo dormir mientras miro como nos observa el taxista por el espejo retrovisor… la homofobia no me asusta, si quiere problemas le romperé la cara por mi y por Miguel.

Llegamos a casa y lo despierto, él salta en el asiento sorprendido de haberse dormido, susurró un “lo siento” y yo niego con la cabeza, enamorado... él es el responsable usualmente… ya no, ahora yo lo haré por él y el resto que se busque una niñera.

Bajamos del auto y entramos a mi casa, él mira por todos lados y yo lo miro a él

- esta… podría ser tu casa si quieres - digo convencido, él niega con la cabeza

- Sin proposiciones indecorosas, Samu - dice y yo entiendo, es muy pronto… pero ¿Tiene que vivir al otro lado del país?

- Voy a extrañarte cuando te vayas - digo y él suspira

- Vendré a verte a veces, y mi piso no será tu lujosa casa pero eres bienvenido - dice y sonrío

- No podrás sacarme de ahí - le digo y minutos después aquí estamos….haciendo caras y gestos para el Instagram.

Cuando me acuesto miro la foto que ha subido… no me recuerdo tan feliz en mis fotos de Instagram nunca, tampoco es que subiera todas mis fotos pero es un cambio y la gente lo nota, leo comentarios diciendo “se os ve bien, Vegetta, Mangel” “se ven tan felices juntos” “¿Habías visto pareja tan feliz?” “¡Algo de fanservice por favor!” Me río.

Él va a la cama y me mira, le muestro el mensaje en silencio y se ríe también.

- Eso no va a pasar - decimos a coro y ambos nos enamoramos más el uno del otro en ese instante

Apaga las luces y lo abrazo contra mi pecho, puede que jamás duerma tan bien como con él entre mis brazos, puede que tampoco sea más feliz nunca… y me siento aterrado de perderlo hasta el momento en que me besa en los labios y susurra “hasta mañana, mi amor” de pronto, las mariposas están volando como idiotas chocando entre ellas dentro de mi abdomen, soy el idiota más feliz del universo.

He ate my heart || MangettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora