3.- Trece años.

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🫧 Craig 🫧

Para esta edad Tweek tenía una especie de noviecilla. (Novia. Era una novia pero era más fácil creer que no era nada serio). Craig sabía que no era novios realmente, sabía que Tweek no la quería. Solamente era muy tonto y le gustaba tener la atención de una chica.

Se pasaba casi todo el día con ella. Como si fueran mejores amigos. Tweek la acompañaba a sus clases, pasaban los descansos juntos, se sentaban cerca del otro cuando coincidían en alguna clase. Era insoportable.

Y Craig... él había aprendido a arreglárselas solo. Resentía mucho la ausencia de su compañero. Pero Clyde y Token poco a poco comenzaban a meterse más en las cosas que Craig hacía, así que los tomaba como un remplazo.

Al principio probó con estar solo, como en los viejos tiempos. Pero, aparentemente había pasado demasiado tiempo con Tweek, y ahora no soportaba la soledad. Necesitaba a alguien que fuera un entrometido y le preguntara qué era lo que estaba haciendo. Necesitaba a alguien cuyo mundo girara alrededor suyo. Cuando le mencionó esto a su madre ella respondió algo como: "Tú lo que buscas es una mascota." Y así fue como Stripe llegó a su vida.

Craig estaba tirado en su habitación mirando al techo. Trataba de decirse a sí mismo que no debía ser tan dependiente. Muy tarde, supuso.

— Sí, pero parecía que estaba al alterado.- dijo Clyde entrando en su habitación. Token venia tras él.

— ¿De qué hablan?- preguntó Craig.

No era lo mismo estar con ellos que con Tweek. Porque Clyde y Token ya había forjado una amistad, y él a veces se sentía un poco fuera de lugar.

— Tweek. Nos lo encontramos en el camino.- mencionó Token. Craig asintió sin darle más importancia.

— Oye amigo, deléitanos.- Le dijo Clyde tendiéndole el violín.

Craig ya tocaba mejor. Y comparado a los primeros meses realmente tocaba mucho mejor. Ojalá Tweek pudiera escuchar.

¡Vamos! Por supuesto que estaba dramatizando, Tweek llevaba como mucho una semana sin hacerle caso. Pero era suficiente para que lo extrañara. Y Craig no pretendía ser malo, pero realmente esperaba que aquella relación no funcionara, pues sabía que sí ellos dos se volvían novios oficiales Tweek tendría menos tiempo para Craig. Eso de alguna firma le dolía.

Tomó su violín comenzando a tocar. Y no, no iba a tocar algo brusco. Porque el arco en ciertas ocasiones aún se le resbala hacia los lados y no quería causar algún daño a su instrumento. Así que sólo tocó Canon in D. Y eso fue más que suficiente para sus amigos.

Craig iba caminando por ahí. Para perder tiempo. Eso, y que en días anteriores había descubierto un especie de fango extraño en el bosque del pueblo. Se había prometido volver con frascos y recolectar un poco. Así que ahí iba, de camino al bosque con una pequeña mochila en forma de ataúd que le había robado a su hermana y el estuche del violín colgado en la espalda. Por lo general cuando las personas de South Park lo veían por ahí lo dejaban ser, sabían que Craig era muy extraño, que siempre estaba haciendo cosas raras, y que era mejor no preguntar.

Al llegar al estanque Craig dejó el violín con cuidado sobre el piso, al igual que la mochila de su hermana. Se sentó sobre los hierbajos para poder descalzarse y entró en el agua. Estaba fascinado, la textura de fango era increíblemente asquerosa. Podía sentir como se resbalaba entre sus dedos hundiéndolo un poco. No quería moverse mucho pues era realmente asqueroso, se inclinó un poco para tocarlo con las manos. La verdad que que no sabía cómo diferenciar el fango especial del común. Y ahora que lo veía de cerca, ni siquiera había tantas diferencias como él creyó.

Luna de Café ☕️ Creek ☕️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora