10.- Cactus.

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⚡️ Tweek ⚡️

Ese día Tweek únicamente había asistido a la escuela para poder hablar con Craig, o al menos ese era su plan. Ya que no le había respondido a sus mensajes anteriores, y no porque no quisiera hacerlo, si no porque en todos le preguntaba dónde estaba o si estaba bien. Y bueno, Craig había ido hasta donde estaba y también había visto su estado. No se atrevió a contestarle un simple hola, porque, después de lo que pasó no tiene idea de como debería comportarse.

Aunque bueno, no es que se hayan besado. Pero aún así Tweek sentía que necesitaba respuestas, y a través de mensajes no era la mejor forma de pedirlas. Tenía planeado hablar con él ese mismo día.

Sin embargo, no pudo hacerlo. En cuanto lo vio sus piernas comenzaron a temblar, el corazón le latía con violencia dentro del pecho. No iba a poder hacer esto. Cuando se acercó a ellos (a Token, Clyde, y Craig) ni siquiera se atrevió a mirar al azabache. Pudo sentir como él lo miraba de reojo, y él quería con todas sus fuerzas mirarlo y sonreírle, y que él le sonriera también. Realmente lo deseaba. Pero no podía, era como si su cerebro no acatara la orden.

— ¿No te parece que Craig y tú están muy raros hoy?- le preguntó Clyde durante un descanso.

Craig se había cansado de intentar hablar con él y se había ido a la biblioteca. Tweek no le tomó tanta importancia, pensó que ya tendría oportunidad de charlar con él al día siguiente.

— No. ¿Por qué lo dices?- Repuso fingiendo estar despistado.

— No se han hablado en todo el día.- Completó Token.

Tweek negó con la cabeza haciendo una mueca. Ellos no volvieron a hablar sobre el tema durante el resto de día, y Tweek lo agradeció muchísimo.

Algo que Tweek había ignorado a la hora de hacer sus suposiciones: a Craig le encantaba respetar el espacio de las personas. Y ahora que había dado por hecho que Tweek estaba molesto con él no iba a volver a buscarlo hasta que él lo hiciera. Quizá pueda parecer un poco extremista y confundirse con orgullo, pero así era él; nunca buscaba a alguien si creía que esa persona estaba molesta con él, todo para evitar situaciones incomodas. Sobre todo porque no tenía idea de que hacer, y Tweek sabía eso.

El problema era qué ahora Tweek no tenía idea de como acercarse. No podía sólo ir y decirle "Hola" porque no sabría que hacer después. Aunque sabía que para Craig sería más que suficiente un simple saludo. No entendía porqué estaba siendo tan tonto.

Pasó el segundo día, Craig se refugiaba en la biblioteca. Tampoco es que se estuviera escondiendo, es decir, Tweek sabía que estaba ahí aunque no lo viera entrar. Y lo sabía porque Craig sólo tenía dos lugares favoritos en toda la escuela: La biblioteca, y aquél árbol en el que se hicieron amigos. Tweek no lo buscó.

Ni al día siguiente. Ni toda esa semana, ni la mitad de la semana siguiente. Estaban a miércoles y él seguía sin poder acercarse. Mientras más días dejaba pasar peor se sentía y más difícil era acercarse.

Siguió teniendo pesadillas, pero un montón de gnomos no era peor que no tener a Craig. De hecho, ahora sólo quería que se lo llevaran en serio, y que lo mataran por ser tan idiota.

Craig cada vez se veía peor. Tweek había notado que la mayor parte del tiempo tenía los ojos hinchados, y comenzaban a formarse ojeras a penas notables debajo de sus ojos. Sí, pasaba demasiado tiempo observándolo sin que él se diera cuenta. Tweek sentía una ansiedad terrible por no saber que era lo que le atormentaba de esa forma.

No podía seguir así. Ni un día más. Necesitaba ser parte de la vida de Craig, necesitaba poder preguntarle que hacía, necesitaba seguirlo por todas partes, y cuidarlo, y vigilar que no hiciera ninguna tontería. Necesitaba poder hablar con él, abrazarlo, necesitaba darle ese puto beso. No sabía porqué, sólo quería ser parte de su vida, y se odiaba por hacer que Craig se alejara. O, mejor dicho, se odiaba por ser un cobarde y alejarse de Craig

Luna de Café ☕️ Creek ☕️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora